Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


lunes, 10 de febrero de 2020

Macario... El guardián de los Galayos

"Gracias, Compañero, gracias
Por el ejemplo. Gracias porque me dices
Que el hombre es noble.
Nada importa que tan pocos lo sean:
Uno, uno tan solo basta
Como testigo irrefutable
De toda la nobleza humana"
(Luis Cernuda)

Macario Blázquez (8 diciembre 1929 - 4 febrero 2020)

Cierro los ojos y aparecen, nítidos, mis primeros recuerdos de Macario.

Sería una Alta Ruta organizada por el Club Alpino Maliciosa (Madrid) allá por 1979... Un autobús que descarga montonera de gente a la entrada del bar "El Galayar", siempre "Casa Macario", y que se esparce por el salón, separado de la barra por un cierre de chapa, todos a la búsqueda de lugar para estirar los sacos de dormir... Los de Arenas de San Pedro ¡por aquello de vivir cerca y llegar antes! directos al pequeño escenario de madera, más aislado del suelo y que se utiliza para representaciones, eventos... El resto de la muchachada al pavimento de terrazo.
Mientras unos encienden el infiernillo de gas para una cena caliente, otros se lían con la tortilla de patata y pimientos fritos... Algunos ya roncan como posesos.
Macario nos observa con ésa sonrisilla suya que ofrece más calor que todo el abrigo que llevamos.
Habrá que madrugar o ¿será trasnochar? no estoy seguro...  Macario estará el primero, tras la barra, con la máquina de café preparada para todo aquel que quiera meter algo caliente al cuerpo.
Luego vendrá un buen paseo con las "tablas" al hombro... hasta la Mira... y los Campanarios... y el Prado de las Pozas ¡y los Barrerones! ¿Pero qué invierno es éste?
Me imagino a Macario, pensando... mientras arregla el desaguisado de local que le hemos preparado: ¡Son buenos chicos!

¡Y los huevos fritos con patatas de Remedios! Su mujer y compañera de toda una vida... Siempre dispuesta cuando Macario se asomaba a la cocina y pedía "algo para los muchachos que vienen cansinos". Sin horario.

En un artículo de éste blog, dedicado al Cervunal... la magnífica montaña que protege Guisando, ya relato una buena historia de Macario, que ocurría cuando desaparecían hielos y nieves, y las cabras regresaban a las alturas buscando pasto nuevo.

"La línea natural de la pared (canal clásica), seguramente reconocida y visitada en verano por los cabreros Guisanderos, que siempre fueron valientes y se atrevían a buscar pasos imposibles... unas veces por ayudar a su rebaño perdido, y otras simplemente por curiosidad.
Esto no lo digo por intuición, que también, y sí por el recuerdo de una charla con Julio Blázquez, hijo del gran Macario, que tras regresar juntos de una escalada galayera y la pereza que me suponía volver a la ciudad, decidimos pasar una buena parte de la noche tórrida que se nos vino encima... tomando cerveza helada con un buen surtido de embutidos caseros, en la terraza del bar que siempre regentó Macario en Guisando. Siempre vigilados por una luna llena que permitía dibujar en el aire la silueta de los Galayos... ¡Ayyyy... Qué bien se vive cuando se vive bien!... eso siempre decía mi padre.

Bueno, a lo que vamos, el caso es que Julio me contaba que su padre siempre encontró paso, de lado a lado, de ésa muralla, entre otros itinerarios uno que resultaba sorprendente: atravesaba con sus alpargatas recauchutadas, justo por la base donde comienza la cascada de la Dama o Señora, hasta alcanzar la canal clásica que ahora nos ocupa. Esto, os lo puedo asegurar sin que me tiemble la voz, no es tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta el equipamiento del cabrero... y la circunstancia de que, en ocasiones, portaba a hombros algún cabritillo enriscado"  

También me contaba Julio cuando Macario colocó una plomada, para visualizar el avance de aquellos dos gigantescos cuernos de roca... esos que se vencían sobre el comienzo de la "Apretura", siempre tan descarnada y que, años después, terminaron por arrasar hasta el cruce que se desvía hacia las "zetas". También desaparecieron los más de "ciento" escalones que, pacientemente y durante años, montaba y reparaba... en todo ése tramo, para facilitar la subida ¡a los demás!

Recuerdo las tardes del viernes, tomando unas cervezas antes de ir a dormir a la Plataforma:
-¡Tomaros otro! Y ya estaba el botellín abierto, encima del mostrador... antes de acabar el anterior.
Invitación de casa Macario.
Charlas sin prisa, cuando nos contaba las caminatas que se metían, de jóvenes, para llegar a otros pueblos en fiestas... Con un hatillo de ropa limpia ¡para el baile!
Y siempre preocupado porque los montañeros no tenían ayuda suficiente.

Me alcanzan más recuerdos según escribo éstas líneas. Julio, de nuevo, me contaba anécdotas con su padre, sobre los Riscos de los Guindales... Y las relaté en la web de Viaclásica:

"-¿Fuiste a los Guindales?
  -Sí, allí estuve con mi padre.-Respondía un Julito con apenas 10 años.
  -Entonces ¿traerás guindas?-Le contestaban, socarronamente, los viejos cabreros.
  -No había guindas en los Guindales.
  -¡Tú verás, no miraste bien!

Y allí quedaba Julio, pensativo, mientras su padre... el gran Macario, le miraba de reojo y aquellos cabreros de piel curtida, manos enormes y ojos chispeantes, se liaban un cigarrillo bajo el Risco del Enebro."

Juez de Paz y Alcalde en su pueblo de Guisando, Cabrero y Posadero, Guarda del Refugio Victory en los Galayos, Rescatador y Guía de Montaña, Medalla de Honor de la FEM (Federación Española de Montañismo), miembro de Honor del GAME (Grupo de Alta Montaña Español) y del GAM (Grupo de Alta Montaña) de la RSEA Peñalara (Real Sociedad Española de Alpinismo)... Y más que me olvido.

¡Ah! y en Sartajada, a los pies de la Sierra de San Vicente, pueblo de la vega en el valle del río Tiétar, todavía quedaba gente de su quinta, hasta hace unos años, que recordaba su nombre y procedencia, cuando bajaba de su territorio a la "Dehesa del Moro"... acompañando rebaños en busca de pasto.

Todos los honores son pocos, Macario... el guardián de los Galayos, estoy convencido, agradecía con cariño y humildad todo aquello... Pero sus ojos siempre brillaban diferente cuando contemplaba el Galayar, y a los montañeros que coloreaban la eterna cuesta del "Carril" hasta los chorros de agua fresca que se encargó de apañar: "Fuente del Amanecer" y la otra, más alta, que lleva su nombre como "Fuente Macario".

A su mujer "Reme", sus hijos -Julio, con quien me une amistad, y hereda la mirada de su padre- nietos, familia y amigos, estad tranquilos... Macario navega desde las nieblas bajas a los vientos altos, sorteando pinos, piornos y pedreras, entre cumbres, agujas, crestas y canales del Galayar... siempre dispuesto a "echar una mano".
En ésa brisa, del amanecer que acuarela el granito cimero de Galayos, y gusta sentir en la cara... en ésa brisa viaja Macario.
No estamos solos.



Foto de Macario Blázquez:  Ángel Pablo Corral

8 comentarios:

  1. Toda una leyenda gredense. Ejemplo para generaciones futuras.

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    1. Cierto, Vetton. Macario ya pertenece a la historia de Gredos... El Galayar.
      Buena gente, sin aspavientos.
      Saludos.

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  2. Precioso relato Carlos.
    Y extraordinaria la fotografía panorámica de Galayos en la distancia.
    Palabras que hacen justicia al formidable personaje y su familia.

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    1. Gracias, Luis. Un personaje fuerte, noble y generoso... Nada fácil de imitar, aunque parezca lo contrario.
      ¡Ah! La panorámica, creo recordar que desde el Cervunal... Da una idea del "territorio" de Macario y, para nosotros escaladores: el lugar donde aprendimos.
      Un abrazo.

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  3. Gracias Carlos, por ese homenaje que ha sido Macario.

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  4. No tengo palabras para superar las tuyas, Carlos.. Gran relato y con sentimiento.. Gracias por tus palabras

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  5. Gracias, Jose Luis... Por leer, que no es poco.
    Echaremos de menos a Macario pero quedará en el recuerdo de todos los que le conocimos.
    Un cordial saludo.

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