"If you´re going to use oxygen, use it. Make it make a difference"
(Adrian Ballinger)
"Si vas a usar oxígeno, úsalo. Ahí esta la diferencia".
Estas palabras cambiarán, definitivamente, el concepto de escalar "ochomiles".
Seguramente -no es seguro, pero es muy posible- los "alpinistas" que desean alcanzar las montañas más altas de la Tierra, se aferrarán a esta máxima que se convertirá en verdad... la verdad.
Revistas (especializadas o no), redes sociales, medios de comunicación escritos en papel reciclado o no, televisiones y programas de aventureros (también de "asuntos del corazón"), radio... y cualquier otro medio informativo, se harán cargo de comentar "hazañas" de gentes que un día soñaron ser alpinistas.
Campamentos base convertidos en ciudades, campos de altura en cementerios y basureros (según qué culturas ambas cosas son lo mismo; sin acritud), escaleras, cuerdas fijas (quizá máquinas que admitan pago del peaje con tarjeta), sherpas con botellas de oxígeno y tubos dosificadores para dos o tres clientes, tiendas de altura en alquiler por horas, comida y bebida a precio de hotel "cinco estrellas", fotógrafos profesionales que dejarán constancia del evento (tipo boda, religiosa o no); todo será posible... todo... todo por ver la Tierra a tus pies.
Ha llegado el futuro... pero que a nadie se le ocurra preguntar: "¿Estilo alpino?"...
El artículo que sugiero leáis detenidamente -muy detenidamente, aunque está en inglés- no tiene desperdicio; os dejo un pequeño resumen:
Habla de que los "clientes alpinistas" no pierdan mucho tiempo en la montaña, por aquello de la aclimatación-... así no se alejarán demasiados días del trabajo y la familia (¡joder!), por lo que propone -su empresa ya lo oferta- salir de casa aclimatado- la ciencia ya ofrece la posibilidad-. Ocho semanas antes de tomar el avión que nos trasladará al lugar donde se desarrollará la "expedición", se envíará al domicilio del "cliente alpinista" una "hypoxic tent" (bautizada como tienda de altura; vamos... un artefacto que nos situará -en el salón de casa- en las condiciones atmosféricas que encontraremos a los 5.500 metros de altitud).
El "cliente alpinista" empezará a utilizar oxígeno desde los 7.000 metros (día y noche... constantemente)... y los sherpas le moverán las nueve botellas que se calcula necesitará.
Todo ello será posible por un precio individual -en el caso del Everest- de 79.000 (setenta y nueve mil) dólares USA.
Actualmente la tarifa "normal" ronda los 49.000 (cuarenta y nueve mil) dólares USA.
Parecerá una exageración, pero la compañía comercial que oferta el "futuro" ya tiene seis clientes para la próxima primavera.
Ha llegado el futuro... Yo, no quiero hablar más sobre esto, simplemente os muestro una orgía de imágenes actuales. Cada uno es libre de elegir como llegar a una cumbre.
Enlace al artículo.
(Adrian Ballinger)
"Si vas a usar oxígeno, úsalo. Ahí esta la diferencia".
Estas palabras cambiarán, definitivamente, el concepto de escalar "ochomiles".
Seguramente -no es seguro, pero es muy posible- los "alpinistas" que desean alcanzar las montañas más altas de la Tierra, se aferrarán a esta máxima que se convertirá en verdad... la verdad.
Revistas (especializadas o no), redes sociales, medios de comunicación escritos en papel reciclado o no, televisiones y programas de aventureros (también de "asuntos del corazón"), radio... y cualquier otro medio informativo, se harán cargo de comentar "hazañas" de gentes que un día soñaron ser alpinistas.
Campamentos base convertidos en ciudades, campos de altura en cementerios y basureros (según qué culturas ambas cosas son lo mismo; sin acritud), escaleras, cuerdas fijas (quizá máquinas que admitan pago del peaje con tarjeta), sherpas con botellas de oxígeno y tubos dosificadores para dos o tres clientes, tiendas de altura en alquiler por horas, comida y bebida a precio de hotel "cinco estrellas", fotógrafos profesionales que dejarán constancia del evento (tipo boda, religiosa o no); todo será posible... todo... todo por ver la Tierra a tus pies.
Ha llegado el futuro... pero que a nadie se le ocurra preguntar: "¿Estilo alpino?"...
El artículo que sugiero leáis detenidamente -muy detenidamente, aunque está en inglés- no tiene desperdicio; os dejo un pequeño resumen:
Habla de que los "clientes alpinistas" no pierdan mucho tiempo en la montaña, por aquello de la aclimatación-... así no se alejarán demasiados días del trabajo y la familia (¡joder!), por lo que propone -su empresa ya lo oferta- salir de casa aclimatado- la ciencia ya ofrece la posibilidad-. Ocho semanas antes de tomar el avión que nos trasladará al lugar donde se desarrollará la "expedición", se envíará al domicilio del "cliente alpinista" una "hypoxic tent" (bautizada como tienda de altura; vamos... un artefacto que nos situará -en el salón de casa- en las condiciones atmosféricas que encontraremos a los 5.500 metros de altitud).
El "cliente alpinista" empezará a utilizar oxígeno desde los 7.000 metros (día y noche... constantemente)... y los sherpas le moverán las nueve botellas que se calcula necesitará.
Todo ello será posible por un precio individual -en el caso del Everest- de 79.000 (setenta y nueve mil) dólares USA.
Actualmente la tarifa "normal" ronda los 49.000 (cuarenta y nueve mil) dólares USA.
Parecerá una exageración, pero la compañía comercial que oferta el "futuro" ya tiene seis clientes para la próxima primavera.
Ha llegado el futuro... Yo, no quiero hablar más sobre esto, simplemente os muestro una orgía de imágenes actuales. Cada uno es libre de elegir como llegar a una cumbre.
Enlace al artículo.
.......un futuro triste.
ResponderEliminarEste futuro de los "ochomiles" está ciertamente negro y parece imparable.
EliminarSaludos.
Qué pena de montañas y qué pena por el alpinismo. En fin...
ResponderEliminarEs verdad, Javier... pero siempre quedarán montañas y alpinistas... de verdad. Allá cada uno con su conciencia.
EliminarSaludos.
Como dice la canción de un viejo conocido "todo lo que cabe no es honesto"
ResponderEliminarHola Carlos. Yo creo que los nepalís tienen el mismo derecho que franceses o suizos a explotar sus montañas. A la aiguille du Midi puedes subir en teleférico o por el espolón Frendo, dependiendo de gustos y capacidades, pero yo no quitaría los remontes que permiten al público en general disfrutar de ese paraíso. Con el Everest opino que pasa lo mismo, puedes ir con guías, oxígeno, cuerdas fijas y campamentos montados o intentar abrir una nueva ruta en la cara oeste. Saludos y Gracias por tu, más que blog, guía de montaña
ResponderEliminarHola, Francisco.
EliminarDisculpa el retraso en contestar... ando "liao".
El artículo acaba con: "Cada uno es libre de elegir como llegar a una cumbre". Esta es la clave y, personalmente, jamás tengo interés en perjudicar las mejoras de vida para los habitantes del Himalaya u otras zonas de la Tierra.
El artículo intenta ofrecer una visión real de un alto porcentaje de ascensiones.
Mi crítica, si es que la hay, no va dirigida hacia los "beneficiarios" de la zona... va directa hacia los "consumidores" de ochomiles... tanto en revistas especializadas (que poco distinguen entre dar valor a una ascensión con oxígeno o sin él, cuerdas fijas o no... ¡de medios de comunicación generales, ni hablamos!) como "alpinistas" por un día. En definitiva trato de valorar las "otras" ascensiones donde predomina el estilo alpino... alpinistas que buscan la esencia.
Un saludo y gracias a ti, por leer.