Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


jueves, 16 de enero de 2014

Compañeros de cordada I

"Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
.......
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero"

Miguel Hernández


No parece posible - al menos a mi no me lo parece - entender la montaña sin el... o los... compañeros que deciden embarcarse en ésta nave que persigue cumbres; navegar por espacios que nos quitan el sueño... y lo alimentan cuando soñamos.

La cordada... hasta la palabra define la unión - según la RAE "grupo de alpinistas sujetos por una misma cuerda" -... tiene para los "clásicos" un significado que va más allá del hecho de compartir una actividad en montaña.
La cordada tiene connotaciones de amistad profunda - y eso que no todo serán parabienes... también habrá que aguantar cosas... como en el amor -, pero algo queda cuando se viven juntos horas, días o semanas tratando de encontrar nuestro camino.

... Peñalara... 1973...

Es curioso que se recuerden amigos de años muy lejanos - bueno... para esto hace falta edad... la del que escribe será suficiente - y escaladas que, seguramente por ser las primeras, siempre contienen algo de aventura... aquello de introducirse en un mundo mágico aún por descubrir... a pecho descubierto.

... Galayos... 1973...

Ésas épocas pasadas - los inicios - tienen algo especial, diferente; escapadas de casa... con súplicas, ruegos y alguna "mentirijilla" para lograr dormir en el monte... todo un logro y el pistoletazo de salida hacia nuevos lugares.
De ahí nacen los amigos - cordadas futuras - que marcarán el destino.

... ¡risitas las justas... eh! - Granada (Sierra Nevada)... 1974...

Luego, con el paso del tiempo, se forman cordadas constantemente... unas perduran y otras desaparecen en la noche de la memoria; unas se juntan periódicamente, otras solo de vez en cuando, algunas se ven de año en año... incluso las hay que solo se reúnen para cosas concretas - y da igual si uno de los componentes vive en Majaelrayo - precioso pueblo alcarreño, por cierto - y el otro en Australia... en un auto caravana aparcado junto al Ayers rock -... el caso es que ya quedarán en algún aeropuerto para iniciar el viaje.

Al igual que ocurre en el amor... éstas amistades se "aguantan" con todo... o casi todo; también ocurre que se presentan pequeñas, a veces grandes, disputas por pequeñeces... ya sabéis: "¡oye! para variar podías hacer tu hoy los macarrones ¿no?... ¡Eh! hay que lavarse más a menudo... ¿Como?¿que te mire queee?... Machote, siempre eliges el mejor sitio para vivaquear... ¡No! éste largo es tuyo... Alguien debería ir a por agua... No me gusta el reparto de la carga"... en definitiva poca cosa.

Claro está que todo es más llevadero cuando la cosa es de un par de días... aunque también pueden haber problemas... pero vamos, nada de difícil solución.
Lo más duro es - sin duda alguna - cuando pasan días, semanas o meses de convivencia constante... sin intimidad personal... de ningún tipo.

... camino al Pirineo... 1980...

Ésta vez no me hace falta subir a la troje - ya sabéis - a buscar los manoseados cuadernos espiral, donde anoté pensamientos; ésta vez... tengo fresco en la memoria un hecho que ocurrió en los Andes... y que prueba el valor de la amistad.

.- Carlos... tengo un problema.
.- Tu dirás.
.- Pues... que no puedo soltar vientre.
.- ¡Tanto arroz... tanto arroz!... ya te dije.
.- No... es que... se formó un tapón... 
.- ¿Un tapón?... ¿que me estás contando?...
.- Pues eso... quizá... tu puedas... pues eso...
.- ¡Ay!... ¡Ay!... ¿que me estás contandoooo?...
.- Que me recortes los pelos y el pegote éste...
.- ¡Joderrr!... ¡Joderrr!... 
.- Gracias, amigo...
.- ¡Si no lo veo... no lo creo!... a ver, desgraciao, alcanza las tijeras... y colócate...

Si esto no es amistad... que baje Dios y lo vea.
Evidentemente no puedo delatar al compañero de tal suceso... pero vamos... ¡él sabe quien es!.

La cordada forja amistades duraderas - éxitos y fracasos... a partes desiguales -, y al compañero le pertenecen - a partes iguales... cumbres y retiradas -.
Tantas noches heladoras, incertidumbres al amanecer, momentos de miedo y otros de espléndida vida... tormentas sin fin, fríos que devoran... vientos que atraviesan y calores que hunden... risas y lágrimas... paisajes de infarto y vacío a los pies, cervezas de antes y después... en fin... todo eso pertenece a la cordada que decidió unir fuerzas para realizar un sueño.

... Andes... 1978...

Todo lo que le pase al compañero... le pasa al total... a la cordada; la mitad de uno mismo. Y gracias a eso el sueño puede cumplirse - casi siempre... si se persevera lo suficiente -.

También llegan pérdidas... el momento más triste cuando se pierden compañeros. No veáis esto como el final trágico que todo lo cambia... sencillamente como algo que puede ocurrir y será suficiente con recordar, con alegría, los grandes momentos vividos... que lo fueron.

Desde aquí... un homenaje a los amigos que no pude retener - a unos me "encordé" y con otros hice planes que no dieron tiempo -... "compañeros del alma, compañeros".


... cenizas de amigos en el Cervino... 

A Javier Peña... que caminaba a zancadas.
A José Luis García... que sonreía como un niño.
A Gaspar Muñoz... que reía fuerte y vivía duro.
A Hipólito Maeso... que bailaba "samba" con traje y corbata.
A Alfonso Vizán... que navegaba con calma.
A Toñín... que sembraba potencia.
A Guillermo Mateo... que siempre reía entre humos.

... y a todos los que he conocido... pero el destino no nos dejó tiempo para navegar juntos...

... y también en Patagonia... Circo de los Altares... bajo el Cerro Torre...

continuará...

16 comentarios:

  1. Como siempre duro y a la encía....Que gran elegía sobre algo tan simple y tan fraternal. Algo que crea lazos como un cordón umbilical que trasciende la amistad. Olé por este texto y por el que vendrá como continuación, Carlos.

    Miguel Angel Sánchez Garate.

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    1. Gracias, Miguel Ángel... me alegra te agrade, esto de las "cordadas de amores" tiene mucho campo a recorrer, también las que solo fueron ocasionales... y las que ya son recuerdo.
      Veremos como salimos de la faena en próximas entregas.
      Un abrazo.

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  2. Bonito relato Carlos...sueños y sueños compartidos...que el Universo nos arrope y la fortuna nos sea propicia y nos regale algunos sueños mas...Un abrazo.

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    1. Así sea, Miguel... que nos deje conocer gentes y lugares... será suficiente.
      Un abrazo.

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  3. Javier Urcina (Suizo para los amigos)17 de enero de 2014, 0:17

    Yo decía que mi compañero era mi madre,mi padre,mi novia y mi angel de la guarda (antes no teníamos grupos de rescate ni móviles) si no te sacaba el del apuro , las Avemarias, en la montaña ayudan poco. Siempre tenemos que dar las gracias a los buenos compañeros . Los aun están y los que por desgracia se fueron.Un abrazo y sigue moviendo nuestros sentimientos.-

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    1. Así es, Javier... aún hoy sigue siendo así.
      Cuando la montaña se pone "brava" la tecnología puede no funcionar adecuadamente... y además no ofrece calor... ése calor del compañero que se ofrece sin condiciones.
      Todo esto se sabe cuando se pasa.
      Un abrazo.

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  4. Entrañable entrada Carlos.
    Un abrazo

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  5. No puedo decir nada porque me he quedado con la boca abierta y pensando y pensando ¡Entrañable!

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    1. Gracias, Paula... iremos viendo como aparecen amigos y demás "fauna" por aquí.
      Besos.

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  6. No han sido muchos los momentos de cordada..... Si los cines.las veladas ante los platos de Esther.. Los aperitivos previos a la cena de navidad.. Las charlas en Amadablan..en definitiva momentos de los q guardo un grato recuerdo.... El keko ese..... Saludos sinceros

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    1. Ciertamente buenos recuerdos, Keko... aunque yo también recuerdo una grata escalada en la Maliciosa... una variante de la clásica "Ezequiel" que hicimos una primavera de un año que no recuerdo.
      Un abrazo.

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  7. Carlos....me viene a la memoria....algo que ya no soy capaz de saber si es cierto del todo o no, si me memoria lo ha desdibujado....pero creo recordar cierto fin de semana en La Cabrera, quien me iba a decir a mí que años, muchos, después viviría a escaso 10 kms de allí, a lo que iba, un fin de semana del 72/73 quizás, en el que además de escalar alguna vía del Pico la Miel, decidimos probar algo de alcohol....y que termino con el amigo Tachito durmiendo en una grieta, porque no hubo quien fuese capaz de sacarlo de allí.....pero además creo recordar que me contasteis, porque desde luego yo a la mañana siguiente no recordaba nada, que tú me habías hecho beber un frasco de aquellos de potitos que llevábamos con aceite, me lo habías hecho beber entero, diciéndome que era vino blanco.....y lo que es aun mejor....y por eso este post me lo ha recordado......me tuviste que ayudar a ....."hacer pipi"....vamos que me la tuviste que sacar u sujetar porque yo era totalmente incapaz.....no sé si mi memoria me falla....si con el paso de los años lo que me contasteis se ha ido difuminando..O si fue así..

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    1. Hola, Luis... tremendo... jajajajaja.
      No te falla la memoria... y a mi me cabe el "honor" de habértela cogido... jojojojoj.
      Fue un fin de semana en el que escalamos unas cuantas buenas vías en la Cabrera... y lo celebramos con excesos de juventud... es lo que tienen las alegrías con buenos compañeros de viaje.
      Un abrazo.

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  8. Carlos,que buenos momentos de sueños y recuerdos!! Por cierto, suelo ir por Majalrayo, mis recuerdos están atados al Ocejón desde el 73. Un saludo

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  9. Hola, Javier.
    Recuerdos que se quedan grabados para siempre, cierto.
    No sé cómo estará Majalrayo en estos tiempos pero, en aquellos, siempre me pareció un lugar especial.
    Saludos cordiales.

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