Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


lunes, 4 de marzo de 2013

Quién vive, quién muere y por qué

"Aquel que preserva bien la vida
no teme a tigres y rinocerontes
cuando se adentra en la espesura;
tampoco se viste de armadura o se pertrecha
cuando entra en combate.
El rinoceronte no tiene donde hincar su cuerno
El tigre no tiene donde hincar sus garras
Un arma no tiene donde hincar su filo.
¿Por qué?
Porque en él no hay flancos mortales.


Así habla el Tao Te Ching... cuando explica la suprema tarea de la supervivencia... y así lo recoge el autor del libro que nos ocupa... Laurence Gonzales, un investigador de prestigio en éste campo tan inquietante.

Nacido en St. Louis (Missouri), hijo de un piloto de bombarderos B17 durante la II Guerra Mundial... sintió fascinación por las historias que su padre le contara de aquellos tremendos años de la humanidad.


El título original... "Deep Survival: who lives, who dies, and why"... tiene la fuerza suficiente para echar un vistazo al libro... y se convertirá en una lectura imposible de abandonar; yo diría más... acabará convirtiéndose en libro mesilla de noche, donde repasar y volver a repasar capítulos hasta encontrar la esencia final.

El texto está repleto de frases gloriosas, muchas de ellas contadas por los propios supervivientes... sería imposible elegir la mejor... pero me atrevo a incluir una de las que, personalmente, me resulta cercana por lo que contiene.

"Y después de todo esto, sigue pendiente el pequeño asunto de aterrizar el avión, porque, como solía decir mi padre, el despegue es optativo, pero el aterrizaje obligatorio. Yankovich explicaba los detalles más destacables:
... estás a cuatrocientos cincuenta metros y alguien te pregunta quien es tu madre: no lo sabes. Eso te da una idea de lo concentrado que estás. Vale, avisa por radio de que vas. Ahora se trata de una pelea a navajazos dentro de una cabina telefónica. Y recuerda, gas a tope en el alambre.
Tu coeficiente de inteligencia se reduce al de un simio".

Éste ejemplo, perteneciente a pilotos en apuros, no es el único tema tratado por Laurence; es uno más entre los casos de supervivencia que nos cuenta... en montaña, escalada, incendios, travesías marinas y accidentes "normales".


Hasta el título de los capítulos resulta interesante, como si quisiera engancharnos desde el índice... "Un mapa del mundo"... "La anatomía de un acto de Dios"... "El efecto montón de arena"... "La cámara sagrada"... "¡La  vamos a palmar todos!".

Personalmente el libro lo recomiendo encarecidamente, necesita esfuerzo para "entender" toda la información... a veces hasta podría parecernos contradictoria, pero todo va en la línea... y de ahí que seguramente se necesite releer constantemente.

Los cuarenta años de alpinismo que soportan mis huesos, malamente, me han hecho establecer teoría sobre éstas cosas... y curiosamente descubrí el libro hace pocos años, tras un "incidente" más serio de lo normal... cuando tuve tiempo bastante para mirar al techo durante meses y llegó a mis manos éste estudio de Laurence; resultó que mi teoría no andaba descaminada.

Como viene siendo normal en las presentaciones de libros que os sugiero... no puedo contenerme a colocar un extracto de algo a lo que yo siempre llamé "escuchar las señales":

Un grupo de psicólogos de la Universidad de Harvard, realizó un experimento que consistía en pasar un vídeo de trepidante baloncesto a unos cuantos estudiantes... y en algún momento del mismo aparecía un gorila corriendo entre los jugadores.
Luego... les peguntaban... ¿te fijaste en el gorila?... respuesta: ¿el qué?. Solo el 56% lo vió.

El libro termina con un "resumen"... algo así como 12 reglas de oro a tener en cuenta... pero la esencia hay que descubrirla entre sus 269 páginas.


"En cada accidente que te suceda, recuerda
volverte hacia ti mismo y averigua que poder tienes para sacarle partido"

Epicteto 

8 comentarios:

  1. Habrá que buscarlo, leerlo y luego ya te cuento(casualmente va en línea de nuestra próxima entrada en el blog...)
    Gracias Carlos,
    Un abrazo
    Nico

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    1. Lo encuentro muy recomendable, Nico Isa... obliga a pensar y puede ayudar en ésos momentos que la montaña se nos echa encima.
      A ver ése articulo en vuestro blog...
      Un abrazo.

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  2. Carlos, lo tengo hace años y me parece que dice cosas muy interesantes, muchas de ellas son de puro cajón, pero esas quizá son las más difíciles de tener presentes, por obvias.
    Buena recomendación

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    1. Hola, Diego... cierto... a veces se olvida pensar que debemos pensar... y entrenar la mente para ello.
      Un cordial saludo.

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  3. Qué hay Carlos,

    Totalmente de acuerdo contigo. Para mi es uno de los imprescindibles en la biblioteca de todo montañero ya que te abre la mente y te hace reflexionar cuando estás tomando decisiones en la montaña y que recomiendo a todo el mundo que se aventura en este mundo.
    Lo leí hace unos años, concretamente en 2010 y de él saque además no uno sinodos post más en relación este tema.

    Salu2

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    1. Hola, Vlady... da para mucho ciertamente... y no solo para montañeros y alpinistas... la vida diaria también tiene peligro. Vivir no es un derecho... más bien obligación.
      Un saludo.

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  4. Hace unos años, compré el libro seducido por la imagen de portada de la edición en español, pensé que era un libro de historias y temática montañera. Inicialmente me llevé un chasco, y tras leer algunos capítulos, lo coloqué en la estantería. Curiosamente, a mi amigo Alberto le pasó exactamente lo mismo.
    Tras leer el nuevo post, anoche, me animé a sacarlo de nuevo y comencé a releerlo, tal vez con nuevos ojos, y no me explicaba el porqué del desinterés de la primera ocasión... y creo que poco a poco va a ir enganchándome... Espero en este segundo "peque", llegar a "encadenar" hasta la reunión.
    Un fuerte abrazo. David.E.Resino

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    1. Seguro que "encadenas", David.
      Ya hemos comentado que el libro requiere esfuerzo... pero... según se avanza en la lectura y se contrastan pensamientos... todo va cambiando.
      ¡Ánimo!... un "gredense" no se rinde fácilmente.
      Un abrazo.

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