Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Vídeo El Sombrerito

En uno de ésos paseos "gredenses"... días de llúvia, viento y nieblas agarradas al terreno, que no permiten escalar pero sí explorar rincones, ya vimos hace mucho tiempo un risco que prometía.

El cascote en cuestión tiene entidad propia y diferente desnivel según la orientación... por un lado, cercano al camino que sube al Torozo Norte, se alcanza la cumbre andando tranquilamente... y por otro, el más interesante, se descuelga hacia la garganta desde el que llaman collado del Risco.

Nos llamó poderosamente la atención un diedro blanco que cae directo de la cumbre... ése seria el objetivo inicial para un risco tan olvidado y solitario como el Sombrerito.


El camino más cómodo pasa por el Puerto del Pico en dirección a la cumbre del Torozo Norte... un buen recorrido con vistas... algo largo pero amable y que nos dejará en el collado en hora y media de buena senda.

... vistas hacia el Puerto del Pico...

Una vez superado el primer repecho... el sendero serpentea plácidamente y nos obsequia con agua fresca de la fuente de las Belesas... y más adelante con el refugio de Cervunales... un pequeño chozo bien cubierto... que incluye otro manantial generoso que da nombre al lugar... y hasta buenos bancos y mesa de cantería donde apretarse el bocadillo.

... tras zigzagueo... ahora toca  media ladera hacia el chozo...

Un lugar perfecto a poca distancia del Sombrerito... y que permite excelente cobijo en caso de tormenta.

... unifamiliar... con jardín y vistas...

Desde el cordal de Corralillos - justo al lado contrario - tendremos una perspectiva muy diferente a lo que realmente nos espera en éste risco "gredense"; pero sirva la imagen para ubicarnos con detalle...

... Torozo Norte... Sombrerito... y más abajo el Torozo o Espolón de la Hora...

Unos pocos metros más arriba del collado del Risco tendremos que localizar una ligera brecha... adornada con un rústico hito "gredense"... y ahí empieza la aventura.

Por cierto... Uge se apuntó sin pestañear, tiene corazón alpino y seguramente intuía que algo de musgo habitaría sectores de la ruta...y eso... eso se le hace difícil de rehuir.

... brecha de acceso...

Una de las peculiaridades del Sombrerito es aquella por la que su escalada tendrá un toque aventurero poco habitual... la aproximación a la entrada de la pared requiere un pequeño rápel hasta una vira que prácticamente la bordea entera a media altura... estrechándose según avanzamos.
En tan solo unos metros nos encontraremos con que el suelo se alejó... y ya disponemos de "patio" a los pies... de hecho estaremos situados a mitad de pared.

En la vertical de un pequeño diedro a derechas empieza la escalada... un tramo musgoso en el que Uge disfruta y no deja de mirar hacia arriba... tratando de adivinar si nos espera gozar o sufrir.

... vista desde abajo...

... y vista desde arriba...

Nos acompañó un día de buenísima temperatura... eso sí... con nieblas que subían por la garganta y lamían el Sombrerito con cierta persistencia... dando al lugar un aspecto muy alpino... siempre vigilados por los Riscos del Manantial, así los bautizamos hace años, situados en la ladera de enfrente y de los que surge un pequeño regato... que jamás vimos seco en estación alguna.

La segunda tirada nos ofreció un granito blanco de disfrutar... y solo hubo que limpiar algún sector para colocar "cacharritos" y avanzar con seguridad... quedaba claro que la ruta tendría calidad "clasicorra".

... entrando...

... apretando...

Y por fin... tenemos a la vista el diedro que nos encandiló en exploraciones anteriores. Comprobamos que el granito sigue siendo excelente y que el techo que lo tapona ofrece posibilidades para una escalada lo más limpia posible.

... sin palabras...

Aquí tenemos unas vistas desde arriba... que dan una idea de la calidad de la roca... y una estética fantástica.

... a mitad de recorrido...

... asomando por el techo...

Una pequeña trepada nos deja en una cumbre tranquila y con buenas vistas... así es como lo vivimos... y así lo cuento.

El nombre... "Camino de Salvación"... una referencia a todo lo que la montaña nos ofrece.


Ahí va el croquis de viaclasica... actualizado recientemente puesto que la ruta ya ha sido repetida y se reajustaron las graduaciones...


Y también el vídeo... que no ganará un Oscar... pero se hizo con la intención de arrancar sonrisas...




4 comentarios:

  1. Estoy viendo el reportaje y empiezo a notar que me entra un temblor en los dedos... y es que estas actividades en las que antes de abrir hay que tener la ocurrencia de buscar me parecen estupendas. Enhorabuena por el hellazgo y la sensacional apertura.
    Un abrazo. David.E.Resino.

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    1. No te preocupes, David... que ya te vemos recuperado en breve y volverás al ataque... con más fuerza, si es que eso es posible.
      Esta es una de ésas rutas que te gustarían...
      Un abrazo.

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  2. el uge y el musgo...buena vía eh carlos???
    Un abrazo desde Mandril
    Nacho

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    1. ... buena, sí señor... ¿Mandril?... ¡ande andarás, Nacho!.
      Un abrazo.

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