Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


jueves, 22 de noviembre de 2018

Infiernillos... de infierno.


"En lo más profundo del invierno, finalmente
aprendí que dentro de mí
se encuentra un invencible verano"

(Albert Camus)



¡Que tendrá el fuego que hipnotiza!... como la música. Y si viene acompañado de una buena comida ¡ni te cuento!.
Todos los sentidos en marcha... ni uno falta... y si estás pensando que no está el tacto, agarra un tronco de la chasca para animar el infierno !y verás!.

Tenemos unos "días de perros" -curiosa frase para jornadas de viento, lluvia o similar-... resulta curiosa porque los perros que nos acompañan dormitan como marmotas ¡otra frasecita! en su "residencia": lecho de paja y cubierta de teja vieja, paredes de cantos bien aparejados -todo construido a medio metro bajo el suelo, para mantener temperaturas de invierno y verano- con ventanuco de cristal... por el que entra luz y permite vista a la dehesa que habitamos... ellos y nosotros.
Puerta al campo, protegida por alero... hacia la libertad. 
Agua y comida no les falta... ni a ellos ni a nosotros.
No sé, a veces me da por pensar -cosa nada fácil, aunque parezca lo contrario- que conozco sitios peores que los de estos dos.


A lo que vamos... El caso es que subo al desván -aquí decimos "la troje"- y encuentro un ejemplar de un periódico que editábamos en "Amadablam"... de esto ya os hable hace un tiempo.
Puesto que el día es frío y algo incómodo por la lluvia, localizo rápidamente la publicación donde escribí un artículo sobre infiernillos.

Claro está que son modelos de los años 90 ¡total nada!... Aunque algunos todavía siguen en activo y han mejorado... mucho.


No se trata de realizar un estudio minucioso sobre la oferta actual de infiernillos, hornillos, cocinillas, recipientes, menaje, termos, cantimploras, etc. No.
Lo tomaremos como un recorrido personal sobre "artefactos" que uno utilizó y aún conservo... otros ¡ande andarán!.

Lo que sí tomaremos, bien en serio, se corresponde con este asunto de la hidratación/alimentación... Imprescindible para cualquier montañero/alpinista, que guste de recorrer tierras lejanas.

Os iré enlazando fragmentos de artículos del blog y otros escritos, aquellos que hablan de chascas, infiernillos, noches tardías y madrugadas tempraneras... por amenizar días aciagos:

"Entre risas y recuerdos arrebañamos el cuenco de macarrones... el mismo que servirá para un café o colacao mañanero... y entre ronquidos, búsqueda de posturas y lamentos, se cierran los ojos... con ayuda del ronroneo del hornillo que calienta el último té -por unas horas dispersas- hasta un amanecer aún oscuro"

Seguramente, mi primer "infiernillo" sería una chasca... seguramente:

"Aquellos años por la Pedriza (Sierra de Guadarrama) cuando se hacían chascas para freír huevos y calentar botes de fabada. Posiblemente andábamos o anduvimos por el Yelmo... Y esa botella ¡no es lo que pensáis!. Seguramente, sería aceite... seguramente. Pero no es seguro.
El año tampoco es más seguro: 1971 o 72... o así"


.... foto papel color malamente "digitalizada"...

En mi primer viaje a los Alpes, allá por 1977, conseguí comprar un hornillo "Camping Gaz" que llamaban "Globe Trotter". 
Bueno, era el clásico hornillo con botella azul de las de pinchar.
Eso sí, tenía la posibilidad de utilizar un "medio" cartucho -imposible de conseguir en España- pero aligeraba la cosa... y en esto de aligerar siempre estuve al tanto.

Este fue nuestro infiernillo en aquella expedición Chacraraju 78. ¡Qué disgustos cuando se congelaba el gas!.

¡Pobrecito mio... qué mal se conserva!:


Luego llegaron otros "artefactos"... ¡Y apaños! que no paraba uno de investigar.
Por la afición a eso de los inviernos en lugares altos, remotos y complicados... siempre me resultó un capítulo a estudiar.
Claro está que había que distinguir, invierno y verano... según hemisferio, entre los infiernillos de "campo base"; aquellos de escaladas largas... muy largas o los de ataque rápido... muy rápido.

Nada de esto es fácil y se hace necesario "entender" lo que significa.
En cualquier caso, resulta imprescindible hidratarse... siempre. Comer... según actividad y lugar.

Actualmente disponemos de aportes en forma de gel o similar, que permiten mantener el cuerpo en buenas condiciones... durante unos días. Pero esto de beber jamás ha de subestimarse... Jamás.

Mi afición por aparatos potentes para fundir nieve, hielo... en condiciones duras, siempre me llevó a los combustibles de gasolina, keroseno, "white gas" -muy refinado-, etc. Este fue nuestro infiernillo en aquella infernal expedición invernal a las tierras de Alaska.

 Aquí tenemos el artefacto:

... ¡ande andará el mío!... que no lo encuentro... Coleman Peak 1...

Tuve otros modelos a los que dí poco uso; estaban diseñados para otro tipo de actividad, bueno... inicialmente también se utilizaban en montaña, puesto que son hornillos inventados hace muchas décadas, pero quedaron algo obsoletos para el alpinismo moderno.
Seguro que los habéis visto en esas fotos B/N de los primeros exploradores del Himalaya.
De las firmas OPTIMUS y PRIMUS... infiernillos con un toque "inglés Victoriano" y preciosa estética.
Una lástima que los haya extraviado en alguna mudanza.

... Optimus 8R...

... Svea 123R...

Uno de los "cacharros" al que apliqué modificaciones varias... bueno ¡fueron muchas!, era el "Markill Stormy".
Un sistema de cazos y cortavientos que se podía colgar; perfecto para lugares ventosos y espacios reducidos. Algo voluminoso pero de peso contenido.
Cartucho de gas a rosca, colgando del exterior del sistema.
A este le coloqué un quemador tipo "soplete" y ¡zas!... Si te descuidas y enciendes sin líquido en el recipiente, funde el cazo. Tremendo.


En cuanto a quemadores ultraligeros ¡buff! no recuerdo cuantos probé.
Venían perfectos para actividades ligeras en lugares "humanos"... Pirineos, Alpes... Invierno y verano.
No disponían de cortaviento y había que buscar un menaje adecuado, pero funcionaban ¡y funcionan! de maravilla.

En la foto, a la izquierda, un PRIMUS con piezoeléctrico -que utilizo habitualmente- y, a la derecha, seguramente un MARKILL.


Y por fin llegamos a mis "infiernos" preferidos para lugares salvajes. Aquellos donde se hace necesario fundir hielos y nieves ¡a toda pastilla! y en cantidad.

El primer modelo, de la firma MSR, se corresponde con la "leyenda" de esta compañía: modelo "Whisperlite"... hace honor a su nombre -traducimos como "susurrante", es decir, silencioso-.
Y el segundo modelo es ¡la bestia!, el XGK... más moderno y potente; ruidoso.

Ambos consumen combustibles variados -muy importante cuando se anda por el mundo-... Gasolinas, kerosenos, bencinas y -si se hace necesario- otros más que encontraremos en droguerías.
Basta con cambiar el chiclé que regula el paso de combustible.

... MSR Whisperlite... el silencioso...

... MSR XGK... el ruidoso...

Con un "kit" de repuestos y el impresionante recuperador de calor -además de cortaviento- este infiernillo cumple su función de forma impecable.



Y aquí os dejo otra "joyita" -con distinto uso- que me acompañó y lo sigue haciendo, por aquellos "campings" alpinos donde se guisa en cazuela, huele a café de cafetera, se fríen huevos y beicon... Todo para mantener cuerpos serranos que aguanten las nortes que nos esperan.

PRIMUS, plegable y ligero, con piezoeléctrico y cartucho a rosca.


En cuanto al menaje ¡qué decir!.
Acero inoxidable o aluminio -según actividad-... Y cubertería ligerita, eso de remover con un clavo, ¡ya no se lleva, clasicorros!.
Un tema importante son los termos. Imprescindibles para mantener bien caliente ese caldito reparador.
En condiciones invernales no deben faltar en la mochila.
¡Ah! y siempre alguna cantimplora de boca ancha -suficiente para meter nieve-. Muy interesante disponer de funda en neopreno.



Como curiosidad os muestro un auténtico "infiernillo chasca". MARKILL modelo Wilderness.
Lo tuve en mis manos y casi lo compro ¡no sé para qué! pero casi lo compro.
Seguramente diseñado para los bosques del norte de Europa... o Canadá, Alaska... para naturalistas, exploradores, cazadores, pescadores, etc.

Una auténtica fragua que incorpora un ventilador -movido con pilas y/o pequeña placa solar-... Quemando combustible solido... ¡y funciona, eh!.



Bueno, hasta aquí llegamos, os dejo que tengo que meter caña al mejor infiernillo que tenemos en la dehesa castellana... algo pesado pero como no lo movemos, sirve.


viernes, 9 de noviembre de 2018

¡Ha salido la "Mountain"!


¡Últimas noticias... No se pierdan la crónica
sobre la nueva ruta de estos dos "alpinistorros"!
¡Ha salido la "Mountain"!
¡Me lo quitan de las manos!

 


La revista pasaba de mano en mano, con la misma veneración que, unos años antes, acariciamos la madera del primer piolet.
La "Mountain" era la Biblia. Punto.

El índice de la revista informaba: "Mountain is published by Mountain Magazine Ltd at the end of  January, March, May, July,  September and November. Six issues (one year)"... Así pues habría que esperar dos o tres meses hasta que alguien consiguiera un número... Y nadie preguntaría cómo se consiguió.

Los jueves, a la tarde, en aquel "castillo" defendido por guerreros jóvenes y valientes, dispuestos a cambiar el mundo del alpinismo... en aquel piso/reducto de la calle Augusto Figueroa -barrio de Chueca... Madrid- ... Allí, las huestes del Club Alpino Maliciosa, leíamos sobre el alpinismo que arrasaba. El alpinismo sin piedad.

La "Mountain" reinó entre las revistas del mundo mundial, entre los años 1969 hasta 1991. La primera década (1969-1978) pertenece al editor Ken Wilson, un londinense amante de la arquitectura y la escalada; en aquellos años fructificó la semilla del "hard way"... Y cuando la "Mountain" publicaba algo, nadie... jamás, se atrevía a cuestionar si tal o cual escalada merecía aparecer en sus páginas. Sencillamente.


Tuvo otros editores, como Tim Lewis, que continuó la tarea inicial para llevarla más lejos. Bueno... "aflojó" un poco cuando introdujo, en el interior, la fotografía a color ¡sacrilegio!... Hasta las fotos en B/N tenían dureza y compromiso, pero claro se hacía necesario adecuarse, en algo, a los nuevos tiempos y competidores.

Recuerdo un editorial de los años 80. El editorial que marcaba la diferencia con el alpinismo de "postureo". El editorial... sin más.

"It´s not what you do, it´s the way that you do it"

Una traducción rápida y fácilmente comprensible, sería: "No es lo que haces sino como lo haces"

La "Mountain" fue la culpable de un sueño que quisimos soñar, cuando... en 1982, vimos gentes que se atrevían con Alaska en invierno ¡Alaska en invierno!... Y allá que fuimos.
Esto ya lo he contado en Alaska... donde nace el frío... Dos capítulos para entrar en calor.

... Mountain nº 78 Marzo/Abril 1981...

También fue muy comentada la actividad de Francisco Aguado, un españolito y ¡del Club Alpino Maliciosa! que, en compañía de un tal Damian Carrol, repitió la clásica del corredor Norte del Dru.
Un artículo muy ameno,  que colocaba en el mapa del alpinismo a los olvidados españoles.

La "Mountain" hizo alguna excepción, como esta, al publicar un artículo sobre una ruta ya abierta... cosas del "amor patrio", puesto que se consideró la primera repetición inglesa.

... Mountain nº 80... Julio/Agosto 1981...

Hubo un número que inauguró eso de mirar fotos como en el "Playboy"... en plan desplegable y formato vertical ¡Tremendo!.
En este caso no se trataba de contemplar chicas despampanantes, no, la cosa iba de una ruta abierta por Nick Colton y Tim Leach, al Rooster Comb.... Un viote, tipo norte de los Alpes, en Alaska.

Solo con ver la foto seguro que adivináis el itinerario.

... Mountain nº 81... Septiembre/Octubre 1981...

Otra imagen, que no se olvida, llegó de la mano de los incombustibles Mick Fowler y Tony Saunders.
Se marcaron una escalada épica, a un montañón de 7000 metros de altitud. Por supuesto en estilo alpino.
Podría decir muchas cosas que recuerdo recordar, pero vamos, bastará con echar un vistazo a una de las líneas más elegantes del Himalaya.
Os presento al Spantik... con su "Golden Pillar".

... Mountain nº 118... Noviembre/Diciembre 1987...

En épocas más cercanas al siglo XXI, unos tipos bien conocidos, sobrevolaron el Everest en globo a más de ¡once mil metros de altitud!... No tuvimos más remedio que justificar el uso de oxígeno embotellado.
Leo Dickinson y Eric Jones, Chris Dewhirst y Andy Elson, en dos globos, tomaron imágenes espectaculares.
Un vuelo de 160 kilómetros, despegando en Gokyo y aterrizando, en algún lugar, al norte del Ama Dablam.

... Mountain nº 143... Enero/Febrero 1992

En este mismo número hay un artículo dedicado a un "stage" en Italia, donde se debatía sobre el mundo de la montaña ¡casi nada!.
Y, como curiosidad, recuerdo que Darío Rodriguez ¡sí, el editor de Desnivel! estuvo invitado al evento y "Mountain" se hizo eco del asunto.

... un joven Darío Rodriguez en el Mountain nº 143...

Y aquí tenemos una portada mítica a mediados de los años 80.
Jesús Gálvez en la Pedriza -en el risco de Peñalarco o Hueso-; ¿la ruta?... hasta la "Mountain" no se atrevió a poner el nombre completo, dejó la cosa en la M.C.E.D... pero vamos, no queda más remedio que inscribir el original, irreverente y nada poético: "Me Cago En Dios".

Magnífica foto de Darío Rodriguez en una ruta de altos vuelos... no sé si me explico.

... Mountain nº 112... Noviembre/Diciembre 1986...

La "Mountain" desapareció sin hacer ruido, no podía competir con la nueva generación de revistas americanas y, principalmente, europeas.
Color, tendencias, ochomiles, patrocinadores, estrellas de la escalada, competiciones... ¡de chapas, ni hablamos!.

Venció la imagen al texto.

Aún así, hoy en día, permanecen unos y nacen otros alpinistas, que mantienen la esencia de la montaña.
De las revistas especializadas, eso, sería otro cantar.

 "It´s not what you do, it´s the way that you do it"