Tenemos un día tormentoso por la dehesa castellana.
Las tareas están acabadas... Y los perros barruntan la tormenta de primavera.
El "ganao" cercano se arremolina; ráfagas de viento feroz sacuden las copas del encinar... Gotas gordas de agua se estrellan contra un suelo, aún pasto verde, del que huyen hormigas (también gordas).
Los pájaros se cubren bajo los aleros... Y empieza la fiesta.
Al primer trallazo de un trueno que suena a seco, se va la luz.
Bueno, algo habrá que hacer... me refiero a eso de hacer algo cuando no es hora de dormir... ni hora de cenar... ni nada funciona sin electricidad ¡ayyy, "antes" se vivía así!.
Total que decido subir a la troj.
¡Será por linternas frontales! Pilas también tengo.
Por este lugar donde se "sube" todo lo que no "bajará", bueno... excepto los trastos de montaña, en ese lugar no es posible andar.
Entre cuidar la cabeza para no topar con vigas cercanas... y que no hay orden ni concierto... resulta difícil encontrar algo que hace tiempo desapareció de la vista.
¡Venga! No hay nada mejor que hacer hasta que la luz vuelva.
Lo primero será abrir un pasillo y separar trastos... a izquierdas y derechas ¡sin connotaciones políticas, eh!
Una vez despejado el centro viene aquello de "hacer una limpia" y colocar mejor todos los trastos... que no son pocos y algunos del "Pleistoceno".
Entonces ocurre.
Entre la multitud de cajas, cajitas y cajones ¡zas! aparece algo que no recordaba... ni remotamente.
¡Bueno, bueno!... No me extenderé mucho, prefiero que lo echéis un vistazo.
Seguramente, a todos aquellos con cierta edad y recorrido, se os saltarán las lágrimas... por recuerdos que tienen que ver con miedos, pánicos y, en definitiva, vivencias propias de la edad.
No sé si me explico, abuelitos.
Y la "joya de la corona".
Aquí tenéis al auténtico... el genuino... el verdadero rápel de la cumbre del Torreón (Galayos-Sierra de Gredos) el que, durante muchos años, sustituyó a la famosa barra de la chimenea Oeste (vía Teógenes Díaz/ Ricardo Rubio) y otros "engendros".
Esta cadena, instalada en la cumbre del Torreón, igual que la actual, permitía rapelar por la vertiente Norte... Y el paso del tiempo aconsejó un cambio.
La operación fue "financiada" por Amadablam y llevada a cabo bajo la supervisión de Tino Núñez, quien ayudado por otros (siento no recordar nombres) sustituyeron todo el sistema, manteniendo el mismo itinerario de bajada.
Esto sería allá por los años 90.
Bueno... ya veremos qué ocurre cuando pase el aspirador por la troj... Y aparezcan más sorpresas.
... capítulo anterior
Las tareas están acabadas... Y los perros barruntan la tormenta de primavera.
El "ganao" cercano se arremolina; ráfagas de viento feroz sacuden las copas del encinar... Gotas gordas de agua se estrellan contra un suelo, aún pasto verde, del que huyen hormigas (también gordas).
Los pájaros se cubren bajo los aleros... Y empieza la fiesta.
Al primer trallazo de un trueno que suena a seco, se va la luz.
Bueno, algo habrá que hacer... me refiero a eso de hacer algo cuando no es hora de dormir... ni hora de cenar... ni nada funciona sin electricidad ¡ayyy, "antes" se vivía así!.
Total que decido subir a la troj.
¡Será por linternas frontales! Pilas también tengo.
Por este lugar donde se "sube" todo lo que no "bajará", bueno... excepto los trastos de montaña, en ese lugar no es posible andar.
Entre cuidar la cabeza para no topar con vigas cercanas... y que no hay orden ni concierto... resulta difícil encontrar algo que hace tiempo desapareció de la vista.
¡Venga! No hay nada mejor que hacer hasta que la luz vuelva.
Lo primero será abrir un pasillo y separar trastos... a izquierdas y derechas ¡sin connotaciones políticas, eh!
Una vez despejado el centro viene aquello de "hacer una limpia" y colocar mejor todos los trastos... que no son pocos y algunos del "Pleistoceno".
Entonces ocurre.
Entre la multitud de cajas, cajitas y cajones ¡zas! aparece algo que no recordaba... ni remotamente.
¡Bueno, bueno!... No me extenderé mucho, prefiero que lo echéis un vistazo.
Seguramente, a todos aquellos con cierta edad y recorrido, se os saltarán las lágrimas... por recuerdos que tienen que ver con miedos, pánicos y, en definitiva, vivencias propias de la edad.
No sé si me explico, abuelitos.
Y la "joya de la corona".
Aquí tenéis al auténtico... el genuino... el verdadero rápel de la cumbre del Torreón (Galayos-Sierra de Gredos) el que, durante muchos años, sustituyó a la famosa barra de la chimenea Oeste (vía Teógenes Díaz/ Ricardo Rubio) y otros "engendros".
Esta cadena, instalada en la cumbre del Torreón, igual que la actual, permitía rapelar por la vertiente Norte... Y el paso del tiempo aconsejó un cambio.
La operación fue "financiada" por Amadablam y llevada a cabo bajo la supervisión de Tino Núñez, quien ayudado por otros (siento no recordar nombres) sustituyeron todo el sistema, manteniendo el mismo itinerario de bajada.
Esto sería allá por los años 90.
... la vieja cadena... |
Bueno... ya veremos qué ocurre cuando pase el aspirador por la troj... Y aparezcan más sorpresas.
... capítulo anterior
Ese último descuelgue puede entrar en un susbasta y muchos pagarían por el ;)
ResponderEliminarSalu2
Seguramente, aunque más interés tendría la famosa barra... que tiene actual dueño.
EliminarSaludos, Vladimir.
La de cosa que tienes en el trastero,las guardas por algún motivo sentimental o porque te da pena tirar? A mi siempre es más lo segundo, digo bahhh seguro que lo puedo usar... Y luego nanai
ResponderEliminarHola, guías de montaña.
EliminarMe cuesta trabajo eso de tirar... Y luego pasa lo que pasa.
A veces consigo, entre espacios de varios años, hacer una "limpia" ¡y luego me arrepiento! Esto es un sinvivir.
Saludos cordiales.
Sin recuerdos nada existió, esas fotos, ese material me traen también a mi tantos recuerdos. No es lo mismo almacenar que recordar, por favor no los tires.
ResponderEliminarHola, Yo Meacero... ¡nooo! no los tiraré.
EliminarHace muchos años tiré demasiadas cosas y me arrepiento. Así pues, si los trastos no tienen más sitio... lo buscaré.
Saludos.