Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


miércoles, 11 de mayo de 2016

No podremos ser como ellos (Jorge Valle)

Jorge tendría poco más de veinte años sobre la Tierra cuando nos conocimos.
Sería sobre el 2009 o así... no lo recuerdo. Pero recuerdo esa noche que llegué al refugio Elola, en nuestro querido Gredos.

Ya sería tarde/noche, con ventisca y pocos huéspedes en el refugio.
Una buena cena nos llevó a un buen ron, un "Cacique" añejo... con algo de hielo (poco) y conversación.

.- A los alpinistas de corazón se les nota en la mirada.
.- ¿En qué se nota?
.- No sé, hay un brillo especial en los ojos.
.- ¿Lo ves en los míos?
.- Tú estás sobrao.

Y así fue como Jorge, la nueva generación... y un servidor, muchas atrás, escalamos algunas cosas juntos por el querido Circo de Gredos... Risco MorenoAlmanzorCerro de los Huertos... Y otras cuantas más.
A Jorge ya se le veía venir... y ahora es un espléndido alpinista (guía UIAGM).

También le gusta contar vivencias y por el blog he recogido un par de ellas: Memorias de un arriero en Gredos y El alpinista que herraba caballos.

Recorrerá la Tierra a la búsqueda de sí mismo y yo "vigilaré" sus pasos para que le llegue mi energía... y lo ayude a convertirse en lo que él desea.

Me envía un correo y tal como lo recibo, lo muestro.
Un abrazo, Jorge.

... Risco Moreno (Circo de Gredos)...

Hola, amigo:

Cuánto tiempo sin hablar y sin vernos.

El camino de mi vida me lleva de un lado a otro por inercia. Ahora llevo unos días por Austria, conociendo el país de Baschi.

El año pasado pude completar una gran clásica de Alpes y habiendo pasado ya tiempo, ahora he podido revivir con más intensidad y detalles, los recuerdos.

Como sé que eres un apasionado y un loco del alpinismo, te dejo estas lineas escritas. Seguro que entiendes el fondo de las palabras e igual, si te agrada, lo compartes en tu foro y así te doy "más trabajo".
Ando muy motivado con la etapa del Equipo Nacional de Alpinismo, donde estoy aprendiendo mucho y compartiendo la montaña con buenas personas.
Así pues, como siempre, viviendo con intensidad la vida.

Espero que andéis muy bien por esa tierra y casa tan maravillosa... y que sigáis igual de felices.
Espero ir a Gredos pronto y haceros una visita.
Un fuerte abrazo a los dos.
Mil gracias.

Jorge Valle


No podremos ser como ellos (igual puedo hacer justicia a los primeros)

Quisimos ser alpinistas por un día.

Por aquel entonces eramos unos inconscientes, para qué engañarnos.
Sin tener conocimiento ni experiencia creíamos que las nortes de Alpes estaban a nuestro alcance. Desde esos primeros sueños hasta que pudimos hacer la primera había pasado mucho tiempo, mucho aprendizaje y mucha pasión por lo que hacemos.

Por inercia se van cumpliendo los sueños. Ahora estoy convencido de que ahí arriba hay alguien que se apiadó de nosotros, y consiguió que nos subiéramos a esas montañas, con dignidad y haciéndolo bien o, al menos, eso nos creíamos... hasta que un día, de visita a un viejo amigo, en su pequeño paraíso castellano, nos tumbó el logro y el ego con estas palabras: "Si no están hechas en invierno, no vale, Jorgito".

Ahora quiero pasar a contaros la experiencia de la norte que viví con más intensidad, la del Ogro, la que siempre está en sombra, y así, hacer justicia a las diferentes generaciones que han pasado por ella.
Tengo necesidad de ello y, si mi amigo lo permite, con un poco de suerte lo publicará en su blog, que para mí será todo un orgullo.

Y así también me dejará brindarles un homenaje.

Esos tipos altos y rubios, germanos y austriacos, creo, que se unieron para subir por la cara norte del Eiger, son unos titanes de verdad.
Por lo visto, Harrer, ni siquiera llevaba crampones.
Hay que mencionar que tenían sobre sus hombros la carga psicológica de saber que era la norte más mortífera y dramática, o quizá eso les motivaba más todavía para obstinarse con ella.



A mí me tocó romper la barrera psicológica de la tragedia de Rabadá y Navarro.
De verdad, te pones debajo del Ogro y te acojonas... Te entran todas las dudas del mundo.

Al principio, tu mente empieza a hacer estrategias para intentar que te vuelvas a casa, al calor de tu novia.
Al rato, mirando con los prismáticos y estudiando el recorrido, empiezas a intentar engañarte con argumentos falsos... Como que no es tan grande (lo que pasa es que, desde abajo, no se percibe la dimensión real de la pared porque las partes tumbadas, los neveros, no se aprecian)... Es una clásica con más años que el copón... O venimos este año fuertes, del Pirineo y Gredos.

El caso es que, del acojone, de no creer la realidad y alguna "reciada" anterior en otros percales... en el último momento, no apostamos por salir en el día y decidimos llevar saco de dormir, ligero, para probar la sensación que tuvieron los anteriores durmiendo en el "vivac de la muerte". Por primera vez fuimos conservadores y sensatos.

Por eso, esta escalada junto a Nacho Burgués, fue especial, porque la hicimos con madurez, autonomía y sobre todo con decisión. Mente al 100% por la faena.
Entramos, juntos, a por las dos orejas.


Hicimos una ascensión moderna, de las que marcan nuestra generación (la del 88): mirad el facebook de Ueli Steck y ved que la pared está para batir tu propio récord, consultar meteoblue y ver que entra la "ventana", estresar a todos los colegas a "WhatsApp" hasta que alguien te da una esperanza; comprar vuelo en "Rumbo.es", reservar coche de alquiles en "Pepecar", reservar por "Booking" alojamiento en Interlaken... Y preparar el petate con todo el material ligero y moderno.

Hay que pensar que los primeros iban, desde Austria, en bicicleta. Así ya entrenaban gemelos para la "Araña" y los neveros... curtidas inhumanas de tallar escalos y tirar de paciencia.
Además, acampaban en los prados de Kleine Scheidegg; nosotros dormimos en el albergue de la estación, que marca un contraste brutal entre lo cálido del lugar y lo frío y solitario de la pared.
Ellos no tenían partes meteorológicos y el equipo era rudimentario, fabricado a base de hierro forjado por ellos mismos.


El día de llegada hicimos, por la tarde, una aproximación hasta el inicio de vía para estudiar el acceso y la entrada, así como testar las condiciones de la nieve, que era lo que más nos preocupaba.
Paramos de seguir subiendo justo donde arranca el primer resalte de roca gris.
En ese momento pudimos presenciar como una cordada de suizos nos adelantaban, muy rápidos, con un piolet y crampones ligeros.
Cruzamos varias palabras; eran locales de Grindelwald. Todos teníamos la misma felicidad al comprobar que las condiciones eran, efectivamente, excelentes.

Decidimos volver al refugio para descansar y rematar los preparativos. Sin embargo, nuestros amigos, ante nuestro estupor, continuaron hasta la entrada del túnel, excavaba en la pared (lo hicieron en menos de cuarenta minutos)... Y regresaron a su vivac caminando.
Nos dieron una idea de como se hacen las nortes, rápidas cuando hay buenas condiciones: desencordados en lo fácil.

Otra pista que nos dieron fue que había huella buena y seguía el camino correcto. Esto facilita la ascensión de noche, en el laberinto del primer tercio de pared.
Otro punto a favor para disipar el miedo y la incertidumbre del itinerario.

Pensemos en el material que los pioneros usaban.
Esas chaquetas rígidas y acartonadas por el agua y el hielo. Esas botas de cuero, rígidas y pesadas, con poca precisión... Sin "membranas" ni aislantes térmicos. Esos piolets largos y rectos, de madera, para tallar peldaños. Esas clavijas de hierro. Esas mochilas de lona, que se incrustaban en hombros y caderas.

Nosotros decidimos apostar por la ligereza.
Nuestro material estaba compuesto por una sola cuerda de 50 metros (nueva) de 9,2 mm. 
La mochila (25 l.) con 6 tornillos de hielo (medianos), un juego de "TotemCam" más el "Camalot" del 2, "Alien" verde, azul y negro. Y un discreto juego de 6 empotradores.
Llevamos 10 cintas extensibles, de las que cuatro van con un solo mosquetón y el resto con mosquetones ligeros.
Utilizamos un mosquetón de gatillo alambre "Nano" para cada dos friends.
Además añadimos al equipo, un saco ligero de pluma, medio trozo de aislante, un cartucho pequeño de gas, un "Jetboil" con un liofilizado, polvos hidratantes y barritas energéticas.
Las mochilas, en su totalidad, apenas pesaban cinco kilos.

Al día siguiente pudimos comprobar que la pradera al inicio de pared, era un hervidero de alpinistas nerviosos por entrar los primeros a la línea; es lo que provocan las redes sociales y las condiciones excepcionales reinantes.
Resignados, decidimos dormir un poco más en el saco.
Esta fue la primera de las estrategias acertadas porque nos encontramos un piolet técnico "Grivel" en la aproximación que, más tarde, supimos que era de uno de los escaladores, de una cordada francesa, que estaban grabando una película para la "TV Mountain".

La noche, para mí, fue muy larga y nerviosa, constantemente mirando el despertador para ver cuando empezaríamos a escalar. Nunca logro descansar y dormir con tranquilidad previo a una gran "alpinada",
Hay dos clases de alpinistas: los que sí lo hacen y los que no.
Constantemente entran dudas debido al mito y respeto hacia esta gran pared.

Por fin arrancamos y decidimos llegar, desencordados, hasta la "fisura difícil", escalando uno al lado del otro para darnos confianza.
Hubo un par de pasos de incertidumbre pero todo dentro de lo asumible.
Aquí llegó el primer tapón de cordadas que tuvimos la oportunidad de resolver adelantando, desencordados, por el "segundo nevero" y fuera de la línea de caída de escaladores. Esto es así porque íbamos en travesía hacia la izquierda, la huella era dura y profunda, con buena amplitud y perfecta.

El siguiente punto de inflexión llegó en el "vivac de la muerte". Llegamos muy pronto, más de lo que habíamos planeado, y es el momento en el que hay que escalar y perder tiempo en algunas tiradas por la llamada "rampa".
Teníamos dos cordadas delante y se veía, por el ritmo que llevaban, que no iba a ser muy rápida la progresión.
Nacho estaba muy motivado y encendido por lo bien que nos encontrábamos, física y psicológicamente... Y quería continuar.

En mi mente se cruzaba la visión fugaz de un vivac incómodo, en cualquier lugar allí arriba.
Toda la historia de esta montaña indicaba que la mejor repisa para dormir con elegancia es el "vivac de la muerte". La idea de pillar noche no me motivaba y el no haber salido los primeros ese día, para salir en el día, sin tapones que hagan perder el tiempo, nos condenaba a dormir en mitad de la pared.

Todo el mundo, supongo que por el ansia que te provocan lugares tan lúgubres, decidió llegar a lo más alto posible.
Nosotros decidimos preparar el vivac a las 13:00 horas... Beber, cenar y dormir.
Nuestra estrategia era despertarnos frescos y descansados para salir, escalando, de noche.
El resultado fue poder adelantar a todos en la famosa "araña". Salimos enchufados al ensamble desde el final de la "travesía de los Dioses", hasta ponernos debajo del diedro de la derecha.
Muchos metros resueltos con rapidez y dejando atrás a varias cordadas.



Pudimos observar que el vivac que picaron todos fue de "moda". Pequeñas repisas donde apenas podían tener el culo apoyado. Todo cagado y meado.
Nosotros pudimos disfrutar de la historia del alpinismo, con las piernas estiradas.
En la "araña" vinieron nuevos sentimientos. Por un momento pudimos imaginar la lucha por la vida que aquí tuvieron una de las mejores cordadas de nuestro alpinismo nacional. 
Quisimos, por un rato, imaginarlos a nuestro lado.

Si hay algo que caracteriza a esta pared, son las travesías y la búsqueda lógica del itinerario para sortear desplomes y paños de roca descompuesta... siempre siguiendo la menor dificultad posible.
Hay que decir que esta es una norte que debería escalarse en condiciones invernales, asegurando así una rápida progresión y evitando la caída de proyectiles de la zona superior.

Admiro a los primeros por encontrar el itinerario, y hacerlo sin tener cuerdas fijas en estas travesías.
Incluso encontramos chapas en algunas reuniones... Y, por supuesto, buenos "pitonazos" en todos los pasajes difíciles.
Todo esto ha facilitado mucho la ascensión porque, ya que estaban ahí, lo utilizamos. Lo absurdo era no hacerlo.

Ya quedaba poco para llegar al "vivac Corti", otro lugar dramático de la montaña.
Aquí ya empiezas a creer que puedes ser como ellos.
Es una zona donde ya es mejor salir por arriba que por abajo... aunque, en general, esta norte siempre se ha caracterizado por tener una retirada de las épicas. Difícil. Si te toca bajar, tendrás que deshacer el itinerario destrepando y marcar rápeles por sitios desplomados. Abandonar mucho material por la pared y siempre la incertidumbre de encontrar buenos emplazamientos para reuniones.

Unos largos finales, en ensamble, te llevan a cabalgar por la arista que se topa con la "Mittellegi".
Es el momento de acariciar el sol y abandonar la sombra perpetua.
Es el momento de ver las cimas lejanas del Oberland.
Es el momento de observar la vertiente Sur, donde se encuentra el glaciar Concordia.
Es el momento de la emoción, de cerrar ciclos para dar pie a otros.

Una visita fugaz a su cumbre, un intercambio de sonrisas y complicidades entre compañeros de cordada que se han esforzado.
Un momento breve de tranquilidad y relax.
Toda una bajada por delante, con luz suficiente, a buscar el vivac en la pradera. Regresar al lugar donde los mortales siguen con sus vidas cotidianas. Un descenso, estudiado mil veces en las reseñas de Internet, y consultado con amigos que lo han realizado con anterioridad.

Aquellos hombres de vidas y manos curtidas, una generación que vivió la I Guerra Mundial y la miseria que derivó de ella y que, también, fueron testigos de la II Guerra.
Gente muy dura. Por mucho que nos esforcemos, no podremos ser como ellos.
Tendremos que buscar nuestro propio camino.



Al bajar y meterme en el saco, extenuado, solo con ganas de dormir, bajo la claridad de la noche, pensé que las nortes de Alpes también tienen vías de la generación de Bonatti, Piola, Harlin, Loretan.
Pensé que también hay invierno en ellas.
Pensé en las vías de Kurtyka, McIntyre.
Pensé en "el coro"... Zabalza.
Pensé que tenemos toda una vida para visitar y gozar de ellas.
Por eso nacen nuevos ciclos.

Jorge Valle


*Actualización fotos de la escalada de Jorge Valle y Nacho Burgués.


... a los pies del "Ogro"...

... entrada con frontales...


... "vivac de la muerte"...

... la "rampa"...

... "travesía de los Dioses"...




17 comentarios:

  1. Excelente Carlos! Gran relato y desde la perspectiva correcta. Da mi enhorabuena a tu amigo de mi parte, desde la envidia y el sudor de manos.
    Un saludo

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    1. Hola, Diego.
      Seguro que Jorge entrará por aquí y algo nos dirá.
      Saludos.

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  2. Jorgito está como un "toro"! Recuerdo que la primera vez que lo ví estábais encaramados al largo vertical de la cascada "Último tercio". Os pasé algunas fotos chulas de aquel día.
    El Equipo español de alpinismo de estos años, destila pasión a raudales. Pablo Blín y Omar son gente muy potente y sensata, son (o serán dentro de poco) guías UIAGM. El año pasado me los encontré por Chamonix justo el día de antes de que entraran en la Peuterey, andaban con algunas dudas, pero la actividad les salió redonda. Seguro que Zabalza sabe orientar todo el talento que tienen esos chavales...

    Gracias por compartir estas "intimidades" Carlos!

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    1. ¡Ah! Cierto, fue un magnifico año con excelentes condiciones "gredenses".
      Yo también estoy seguro que Zabalza orientará, adecuadamente, la enorme energía de estos "elementos".
      Gracias a ti... por leer.
      Saludos.

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    2. Probablemente muchas de las aventuras sin un buen amigo al lado no se hubieran logrado. Tanto Blin como Omar y Mikel además, son buenas personas, de corazón noble. Y como otro amigo catalán alpinista dice: "los buenos compañeros de cordada son aquellos que nunca se quejan, doy fe de ello". Ellos nunca se han quejado, aunque estemos en la peor situación posible. Gracias amigo.

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  3. Este Jorge es un makina y un romántico motivado. Muy bonito el texto y muy bien transmitido :)
    Joaquin

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    1. La motivación y la pasión tienen que ir de la mano en nuestra vida, siempre.
      Gracias por leernos. Un abrazo

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  4. Gracias amigo por gastar tu tiempo en leer este relato, me has ayudado a hacer justicia. Un cordial saludo.
    Carlos, siempre serás cómplice y vigilante de cualquier aventura alpina, siempre tu espíritu me acompaña, gracias por tu sonrisa y por tu energía. Por marcarnos a los jóvenes el camino. Un fuerte abrazo

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    1. Un placer, Jorge.
      Parafraseando diálogos de viejas películas, que dicen que no dijeron, solo te diré que, cuando en algún momento la cosa se ponga fea... si me necesitas, silba.
      Es posible, solo posible, que algo mejore.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Os sigo a ambos, Carlos y Jorge, con profunda admiración. Me hacéis soñar más alto con vuestras aventuras y relatos. Enhorabuena a los dos y GRACIAS, en mayúsculas.

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  6. David Gomez Alandi13 de mayo de 2016, 14:07

    Buenisimo articulo por la original aproximacion al tema y a la escalada en si... Me ha encantado. Es la via que todoa hemos soñado y mas pesadillas nos ha causado. Enhorabuena a los dos por la escalada y a carlos por ser este el centro de reunion de como tu dices, corazones alpinos... Lata al ritmo que lata cada uno..... Abrazos

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    1. El Ogro... la pared.
      La generación que siempre soñaba con los "jerseys bonitos" de Rébuffat.
      Pues nada, David... cuando te lata fuerte de atar, aquí siempre tienes hueco para escribir.
      Un abrazo.

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  7. Hola Carlos, mi nombre es Jose. Enhorabuena por el blog, nos permites soñar sin salir de casa. También mis felicitaciones para Jorge, por la actividad y por el relato. Os conozco a ambos del Elola, soy un travesero solitario que coincidió con vosotros en esos días invernales entre diario, allá por el 2010, con muy poquita gente en el refu...En particular una noche se me invitó a compartir cena y charla con Jorge y Sepu, creo que cuando la apertura de Agrianos o así...despachamos ante el vino sobre la vida, el curro, el futuro... Sepu nos iluminaba a ambos desde su experiencia...momentos que guardo con mucho cariño.... Saludos desde la sierra madrileña

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    1. Hola, Jose.
      Sí que recuerdo algunas gentes que pasaron por el refugio, fuera de "findes" y busando las magníficas condiciones que se dieron aquellos años.
      Me alegro que guardes buenos recuerdos y agradezco tu seguimiento al blog.
      Saludos... Y hasta la próxima.

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