Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


martes, 11 de febrero de 2014

Aiguille du Plan

La Aiguille du Plan pertenece a ése fantástico grupo que llaman "agujas de Chamonix"... podríamos decir que forman una "cordillera" que parece proteger el valle donde se alza la famosa ciudad alpina - también conocida como la "Meca del alpinismo" -.

Cuando se llega a Chamonix - siempre impresiona la primera vez -... nos recibe, ya de lejos, el omnipresente Mont Blanc... y luego según nos adentramos en el valle... ésta muralla que nos impide ver lo que se esconde detrás... historia del alpinismo.


Si bien es cierto que la Aiguille du Midi monopoliza la vista... así de entrada... luego se desvía la mirada hacia la Aiguille du Plan - principalmente por ése glaciar colgado que parece desplegarse, desde la cumbre, como la lengua de una mariposa -.

Seguramente la visión del glaciar y el espolón rocoso que lo sustenta, fueron culpables de que un 19 de julio de 1929... Armand Charlet, P. Dillemann y Jules Simond... realizaran la primera escalada de la ruta que nos ocupa.

La "norte de la aguja del Plan" - así se suele mencionar en las charlas cerveceras, codo bien apoyado en mostrador... donde todo es fácil, sin problemas y veloz -... conoció tiempos en los que su escalada era obligada, sobre todo para los "clásicos" que se guiaban por las "100 de Gaston Rébuffat"; hoy en día quizá ha quedado algo olvidada... algo así como para "coleccionistas".


Al hilo de esto, siempre me pareció que la "posición" de ésta norte... estaba algo descompensada - ocupa el número 69... por delante del espolón Frendo (Aig. du Midi) con el puesto 62, quizá Gaston pensó que la exposición de un itinerario... siempre es un factor a tener en cuenta -.

Cada vez que abría el libro y revisaba los datos, me impresionaba la foto que muestra a un alpinista - ya metido en faena del glaciar colgado - en un hielo sucio, algo negro y granuloso... seguramente acerado; soñaba con estar allí... y ya sabéis que, a veces, los sueños se cumplen.


Siguiendo éste juego de números, tendríamos la norte del Dru... con el 80; la Contamine (Petites Jorasses)... con el 85 - aquí también resulta curiosa la ventaja... aunque quizá debamos pensar en los tiempos que bajar de las Petites Jorasses obligaba a un largo descenso hacia Italia -.

Y ya que estamos... seguimos enumerando el "ranking" del magnífico libro de "las cien"; tenemos a la norte del Triolet... con el puesto 88; norte de las Courtes... con el 94 - quizá también algo elevado en posición -; Walker a las Grandes Jorasses... 97 - demasiado cercano a las Courtes - y la norte de las Droites... con el puesto 99.

Disculpad éste empeño mío en relatar las posiciones de las caras norte, según Rébuffat, pero si no lo hago... reviento.

*APROXIMACIÓN.
Al igual que sucede con todo el grupo de rutas que nacen en el llamado "balcón norte del Plan de la Aiguille"... es decir, toda la base sobre la que se levantan... desde el primer tramo del teleférico de la Aiguille du Midi (Plan de l´Aiguille), hasta Montenvers... bastará con recorrer la horizontal, por vereda marcada, morrenas y pedreras... hasta colocarnos bajo el espolón rocoso que divide el escaso glaciar de Blatière.

En poco más de hora u hora y media, nos encontraremos en la base.


*DESCENSO.
Tendremos dos opciones - bien es cierto que ésta primera que relato será la más usual... aunque la segunda puede venir bien si no conocemos las "tripas" de la muralla, en la vertiente opuesta-.

La arista Midi-Plan - una gran clásica - marcará el camino a seguir... pero a la inversa... Plan-Midi.


Éste itinerario se inauguró un 10 de agosto de 1907... por Geoffrey Whinthrop Young y Josef Knubel; nos llevará entre 3/4 horas alcanzar la Aiguille du Midi - todo ello... esquivando alpinistas de todas las nacionalidades, que luchan en sentido contrario al nuestro... o si nos siguen... es que ya regresan-.

No representa una especial dificultad... que prácticamente se centra en la zona del "Rognon du Plan"; allí tendremos que escalar máximo III+/IV (atlético)... entre restos de cuerdas y gentes que rapelan o destrepan... si acertamos con la "hora punta" aquello será un atasco en toda regla.


La otra opción consiste en descender el glaciar d´Envers du Plan... hasta el refugio Requin (2/3 horas); luego seguir hasta Montenvers (2/3 horas)... y, caso de insistir en seguir andando... Chamonix (1/2 horas).

Éste fue el itinerario para alcanzar la cumbre de la Aiguille du Plan... en julio de 1871... por J. Eccles, Michel y Alphonse Payot.

El terreno a cubrir hasta el refugio será entretenido y, principalmente, habrá que prestar atención y navegar encordados toda la bajada del glaciar - muy agrietado y engañoso al recorrerlo de arriba/abajo -... sin embargo nos permitirá echar un vistazo a toda la zona para posteriores escaladas.


Rescato una anécdota que nos ocurrió durante un curso que organizó el Club Alpino Maliciosa, a finales de los 70... y de nuevo echo mano de uno de los cuadernos espiral, esos que tengo que rebuscar en la troje:

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"... tenemos tiempo de sobra, hemos acabado la arista Midi-Plan y los alumnos están contentos; les proponemos - en vez de regresar por el mismo camino a la Aig. du Midi - bajar al refugio Requin a comer algo y luego directos a Chamonix... aceptan - les vendrá bien para mejorar la técnica de navegación  - y en el collado del Plan nos lanzamos por el glaciar.
Todo va perfecto... hasta que tenemos que saltar una grieta de un par de metros - lo suficiente para asustar un tanto - pero nada especial puesto que lo hacemos de arriba hacia abajo; primero uno de nosotros y luego el primer alumno, encordado en medio... ¡joder!... a pesar de haber visto como se hace y luego las explicaciones que le damos... el tío... empieza a andar con determinación y vista fija en el horizonte... hasta que se cae directamente a capón, sin intención alguna de saltar... ¡joder... joder!... "


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Bueno, nada ocurrió más que un susto retenido por las cuerdas y luego sacarle de la grieta - el pobre muchacho tampoco entendía que le hizo actuar así -.

La vista del refugio Requin (2516m.), siempre anima a pasar una tarde tranquila... aunque de ahí al glaciar de Tacul y Mer de Glace... todavía quedarán destrepes, escaleras, hitos, puntos de pintura y cosas del estilo "chamoniardo".


*LOGÍSTICA.
Podemos elegir entre dar un tirón con el primer teleférico de la mañana - estación intermedia de Plan de l´Aiguille" -... o subir a la tarde y vivaquear.

Ésta última opción - como siempre - tiene consecuencias... llevar saco o reservar plaza en el refugio privado del Plan (¡importante!).
La escalada debería poder realizarse entre 5 y 8 horas - habrá que añadir la aproximación y el regreso -... siempre y cuando no surjan inconvenientes, que pueden surgir... sin duda alguna; en cualquier caso... también es posible dejar los sacos en el Plan de la Aiguille y recogerlos a la vuelta.

En fin... se hace necesario aligerar la marcha y el peso... que por menos de nada ¡zas!... nos espera otra de las fantásticas "noches toledanas" a las que estamos tan acostumbrados.


*MATERIAL.
+Jgo. fisureros completo.
+Jgo. friends pequeños/medios.
+6/8 anillos+mosquetones.
+4 tornillos hielo.
+Crampones y piolet (recomendable pareja).
+Infiernillo.
+Funda vivac.

*PELIGROS OBJETIVOS Y CONSIDERACIONES SOBRE LA RUTA.
Tenemos ante nosotros una escalada que supera los mil metros de desnivel... repartidos en 400m. de espolón rocoso y 600m. de glaciar colgado.
El grado de dificultad general podemos mantenerlo en D (difícil) máx. IV+/V... y en cuanto al hielo resultará muy difícil evaluarlo hasta no tenerlo delante.
Como dato a tener en cuenta... fijaos que las fotos que aparecen por aquí pertenecen a los años 70, 80 y 2000... con los cambios que sufre el glaciar constantemente.

Un glaciar suspendido siempre es un peligro que espera... ésta es la verdad y así ha de entenderse; la lengua de hielo y nieve se mantiene en movimiento constante, por ello puede ocurrir que se nos presenten superaciones muy verticales, en algunos de los seracs que contiene... o por el contrario podamos zizaguear en ascensión sencilla.

En cualquier caso... tan pronto abandonemos el espolón rocoso... entraremos en el reino del azar; conviene ir rápidos - tanto como sea posible y algo más -.



La linea a seguir en el espolón de roca es intuitiva... solo indicar que va bien entrando a la izquierda y buscando el filo hacia el primer gendarme - entre los cuatro que contiene -; luego buscar a derechas, serpenteando la arista, por el terreno más sencillo posible.

Algo se asemeja al espolón Frendo de la Aiguille du Midi; si se ha encontrado el camino correcto... me parece menor dificultad técnica ésta del Plan. 
Parece fácil ¿no?.

Todo el espolón tiene vivaques posibles y aceptablemente cómodos... el mejor de ellos justo en el lugar donde se funden rocas con hielos.

Existen otras muchas posibilidades... entrando por la derecha o incluso manteniéndose a izquierdas del filo por terreno con trazas de pequeños senderos... en fin... habrá que echar mano de la intuición... mucha.





En éste sector también tengo anotaciones del año que la recorrí:

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"... ¡ya estamos liaos!... hemos entrado a la tarde con intención de vivaquear donde nos pille - bueno... tenemos un plan secreto, perfectamente estudiado en el bar con enormes jarras de cerveza en las manos... consiste en hacer ésta vía y luego seguir hacia el pilar del Frêney del Mont Blanc, en plan encadenamiento que vemos es la moda ahora (años 80). Tremendo.
¡Ja!... por alguna razón que desconozco, nos hemos empecinado en seguir el filo de la cresta a toda costa... aquí hay pasos más duros de V+ - ¡nada que ver con la guía! - y nos pilla la noche en una escombrera que escarbamos con los piolets para hacernos hueco; por cierto... que poco antes del amanecer, aparece un francés en solitario... ¡bon jour! - dice el tío y sigue con un ritmo endemoniado -.
Luego... llegamos tarde al glaciar... ufff... caen cosas y nos da miedo; vivaqueamos a media tarde justo en el tramo de arista plano que se estrella contra el hielo, otra noche esperando el amanecer entre ruidos inquietantes.
Entre dos luces salimos... pero nos dividimos; Julio y Luis deciden que no quieren meterse en el laberinto de seracs... así que se lían con una "goulote" a izquierdas que se supone les llevará a las cercanías de la cumbre del Dent du Cocodrile ¡joder... verás tú!.
El resto... tiramos de frente al glaciar y sudamos tinta en algunos sectores taponados por enormes bloques a superar... esto se pone duro de verdad.
Hay que escalar hielo azul... como un montón de cubitos de hielo apilados al azar... mmm... perderemos el teleférico de bajada en la Aig. du Midi... y a estos dos no los vemos ¡jodeeerr!...".


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Las angustias terminaron al día siguiente; nosotros llegamos de noche al teleférico, con tan buena suerte que habilitaron una bajada express por un accidentado... y allí que nos colamos todos los retrasados.
Al día siguiente... ya pasado el mediodía... decidimos avisar a los gendarmes de rescate - Luis y Julio no aparecían y se nos hacía raro -... pero también en el último momento los vimos llegar, arrastrando cuerpos cansados pero felices.
Vamos... lo normal.


Le he pedido a Luis algún recuerdo... y lo revive con mucha más gracia que yo:
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"Aiguille du Plan o la asequible clásica que nos puso al límite.
Comenzamos la escalada pertrechados como para llegar al pilar rocoso, allí vivaquear, y al día siguiente terminar el hielo y seguir hacia la Aiguille du Midi, cruzar la "Valle Blanche" y marchar en busca del Pilar du Frêney.
O sea... que la Aiguille du Plan era una especie de calentamiento... que terminó siendo un calentón.
Iniciamos la roca de aquella manera clásica que decía "ascender por una fisura evidente".
Así nos colocamos a media pared con las últimas luces del atardecer... y vivac en exigua repisa; de buena madrugada pasó un francés a todo trapo, en solitario y sin asegurarse... justo a nuestro lado;la sensación de que nosotros somos como viejos y lentos dinosaurios nos atormenta.
La segunda jornada seguimos por nuestro gran espolón rocoso buscando la ruta evidente, que de esto no tenía nada... nada.
Dimos buena cuenta de éste tramo, depositándonos justo al inicio del glaciar colgado; allí vivaqueamos de nuevo por segunda vez, y a eso de la 1:00 a.m. tembló hasta el misterio gracias a la inversión térmica.
Nos dimos una tregua de dos o tres horas más en los sacos, en espera de que bajara la temperatura.
Iniciamos la tercera jornada en el glaciar, con un hielo duro y una dificultad importante... por evitar exponernos a la posible trayectoria de los seracs; esto último dio lugar a dos posibles rutas para continuar la ascensión - ¿solución? - nos separamos en dos grupos... Carlos Gallego, Jose Carlos Arenal y Sergio del Moral, por un lado. Julio Pérez y Luis del Mazo, por otro.
A partir de aquí resultó que un grupo llevaba la comida y el otro gas... o lo que es lo mismo... todos pasamos hambre y sed.
De ésta jornada solo puedo dar fe de lo ocurrido a Julio y Luis.
Rompimos las hojas de un piolet... cada uno; así pues convinimos que el primero escalara con los piolets "buenos", y el segundo lo hiciera con los "malos" - los rotos -.
Así fue transcurriendo la ascensión entre un caos de seracs, que terminó llevando nuestros pasos hasta la cumbre donde vivaqueamos sobre la nieve. 
De la cena ni hablamos... tubo de leche condensada para dos.
A la mañana siguiente iniciamos la travesía hasta la Aiguille du Midi, aprovechando a beber en los huecos de las rocas donde lo hacen los pajaritos.
Así, dando tumbos, llegamos al teleférico y posteriormente al camping; serían las 15:00 o 16:00 p.m cuando arribamos a nuestra tienda.
Olla de macarrones hasta arriba y a dormir... hasta el siguiente día por la tarde.
No te puedes echar cuentas de un croquis hecho por un francés de la Francia".
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Finalizamos el artículo con algunas fotos curiosas de ésta magnífica norte... por ejemplo del descenso invernal en "snowboard" - rápel incluido en un sector de la barrera de seracs -...


O ésta otra de mi buen amigo Miguel Ángel Vidal, en plenos años heroicos... castigado de cara a un muro rebelde... con un equipo a la última... tremendo...


Y por último... una toma general - más cercana - del sector que acoge la Aiguille du Plan... una escalada que siempre se consideró imprescindible, algo olvidada hoy en día, pero que sugiero se revise al alza... puede que, bien gestionada en el momento oportuno, nos depare momentos inolvidables.

Y si no... le preguntáis a Luis... por el itinerario evidente.




Agradecimientos a Rémi Thivel... Julien Herry... Camptocamp (Alpineis)... Jeroen Vels.