"Aquel que preserva bien la vida
no teme a tigres y rinocerontes
cuando se adentra en la espesura;
tampoco se viste de armadura o se pertrecha
cuando entra en combate.
El rinoceronte no tiene donde hincar su cuerno
El tigre no tiene donde hincar sus garras
Un arma no tiene donde hincar su filo.
¿Por qué?
Porque en él no hay flancos mortales.
Así habla el Tao Te Ching... cuando explica la suprema tarea de la supervivencia... y así lo recoge el autor del libro que nos ocupa... Laurence Gonzales, un investigador de prestigio en éste campo tan inquietante.
Nacido en St. Louis (Missouri), hijo de un piloto de bombarderos B17 durante la II Guerra Mundial... sintió fascinación por las historias que su padre le contara de aquellos tremendos años de la humanidad.
El título original... "Deep Survival: who lives, who dies, and why"... tiene la fuerza suficiente para echar un vistazo al libro... y se convertirá en una lectura imposible de abandonar; yo diría más... acabará convirtiéndose en libro mesilla de noche, donde repasar y volver a repasar capítulos hasta encontrar la esencia final.
El texto está repleto de frases gloriosas, muchas de ellas contadas por los propios supervivientes... sería imposible elegir la mejor... pero me atrevo a incluir una de las que, personalmente, me resulta cercana por lo que contiene.
"Y después de todo esto, sigue pendiente el pequeño asunto de aterrizar el avión, porque, como solía decir mi padre, el despegue es optativo, pero el aterrizaje obligatorio. Yankovich explicaba los detalles más destacables:
... estás a cuatrocientos cincuenta metros y alguien te pregunta quien es tu madre: no lo sabes. Eso te da una idea de lo concentrado que estás. Vale, avisa por radio de que vas. Ahora se trata de una pelea a navajazos dentro de una cabina telefónica. Y recuerda, gas a tope en el alambre.
Tu coeficiente de inteligencia se reduce al de un simio".
Éste ejemplo, perteneciente a pilotos en apuros, no es el único tema tratado por Laurence; es uno más entre los casos de supervivencia que nos cuenta... en montaña, escalada, incendios, travesías marinas y accidentes "normales".
Hasta el título de los capítulos resulta interesante, como si quisiera engancharnos desde el índice... "Un mapa del mundo"... "La anatomía de un acto de Dios"... "El efecto montón de arena"... "La cámara sagrada"... "¡La vamos a palmar todos!".
Personalmente el libro lo recomiendo encarecidamente, necesita esfuerzo para "entender" toda la información... a veces hasta podría parecernos contradictoria, pero todo va en la línea... y de ahí que seguramente se necesite releer constantemente.
Los cuarenta años de alpinismo que soportan mis huesos, malamente, me han hecho establecer teoría sobre éstas cosas... y curiosamente descubrí el libro hace pocos años, tras un "incidente" más serio de lo normal... cuando tuve tiempo bastante para mirar al techo durante meses y llegó a mis manos éste estudio de Laurence; resultó que mi teoría no andaba descaminada.
Como viene siendo normal en las presentaciones de libros que os sugiero... no puedo contenerme a colocar un extracto de algo a lo que yo siempre llamé "escuchar las señales":
Un grupo de psicólogos de la Universidad de Harvard, realizó un experimento que consistía en pasar un vídeo de trepidante baloncesto a unos cuantos estudiantes... y en algún momento del mismo aparecía un gorila corriendo entre los jugadores.
Luego... les peguntaban... ¿te fijaste en el gorila?... respuesta: ¿el qué?. Solo el 56% lo vió.
El libro termina con un "resumen"... algo así como 12 reglas de oro a tener en cuenta... pero la esencia hay que descubrirla entre sus 269 páginas.
"En cada accidente que te suceda, recuerda
volverte hacia ti mismo y averigua que poder tienes para sacarle partido"
Epicteto