Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


viernes, 22 de febrero de 2013

Alaska... donde nace el frío I

Alaska... hasta la fonética me resulta evocadora, un inmenso territorio que fue salvaje y todavía conserva una buena parte de su identidad.

Un vasto espacio de juego alpino que, aún hoy día me lo sigue pareciendo, se encuentra entre los territorios más exigentes y duros de la Tierra.

Mi fascinación por Alaska viene de lejos cuando, siendo un chaval de 10 o 12 años, cayeron en mis manos una tanda de pequeños relatos de un tal Jack London...  un aventurero nacido en San Francisco en 1876; aquellas páginas narraban historias impensables... en lugares que yo no sabía existieran... luchas por sobrevivir en una naturaleza pura.

Su vida... aventurera, desordenada, repleta de excesos y alcohol... al más puro estilo americano de Scott Fitzgerald o Hemingway... le llevó en 1897 -  año en que se descubrió oro en Alaska - hasta el Klondike; no encontró el preciado metal pero regresó repleto de vivencias que le forjarían como escritor... yo diría que como narrador supremo de los espacios abiertos.

Luego llegó Fred Bear, otro americano de raíces indias, nacido en Pennsylvania en 1902; un cazador con arco y flechas... que recorrió el Yukón y Canadá... narrando sus aventuras hasta incluso el "paso McGonagall", a los pies del McKinley.

Sí... éstos tipos fueron los culpables de mi deseo de conocer Alaska.


Soledad es un buen adjetivo que define bien ésta tierra - siempre y cuando se elijan rutas fuera del circuito clásico -. Algo más de millón setecientos mil kilómetros cuadrados que los americanos de EEUU compraron a los rusos en 1867.

Pagaron por ella 7,2 millones de dólares de la época... y la compraron sin convencimiento... como adquirir un "apéndice" entre Rusia y Canadá... tierras inhóspitas y sin más valor que naturaleza en estado puro.

Sin embargo, en 1897, aparece la "fiebre del oro" en Alaska... y ya nada sería igual.

"The last frontier"... la última frontera, ya no solo estaría habitada por nativos inuit, al Norte y Oeste, indios en las zonas costeras del Sur... y una amalgama de rusos, canadienses, ingleses o franceses; aventureros natos dedicados a la caza.


Comienza la exploración del territorio y, por supuesto, ascender a la montaña más alta... el McKinley, un nombre que hoy en día sigue vigente... apellido de un senador llamado William McKinley que en 1896 tenía posibilidades de llegar a la presidencia de EEUU... y al Partido Republicano le venía bien publicidad hilada a las recientes tierras adquiridas.

A mi siempre me gustaron más, y me siguen gustando, los nombres que recibía ésa montaña por parte de los pobladores históricos de Alaska... nombre éste derivado del vocablo "alyeska".

Bolshaia Gora... de los rusos; Traleika... de los indios costeros; Denali - mi preferido - de los nativos del interior.
En cualquier caso la traducción es la misma... "el más grande".

El Denali es una enorme montaña... de modesta altitud comparada con los gigantes del Himalaya... 6.194m. situado en el paralelo 63... un lugar frío y alejado, al que solo se puede acceder a pie o en avioneta... bueno... en avioneta desde que el legendario piloto Don Sheldon, allá por 1954, aterrizara por primera vez en el glaciar de Kahiltna... un lugar de proporciones descomunales a los pies de la "familia Denali".


Las primeras exploraciones e intentos de alcanzar la cumbre salían de Fairbanks... una pequeña ciudad que acogía una población variopinta a la búsqueda de fortuna.
Por supuesto... al decir que salían de Fairbanks... entendemos que realmente salían a caballo, trineos de perros e incluso porteadores en algún caso; no en vano se hacía necesario atravesar la tundra antes de alcanzar las nieves y glaciares... más allá de 240km. de distancia.

Por ello las expediciones permanecían meses incomunicadas en un terreno hostil... donde todos iban armados, aprovechando para cazar en la tundra y mantenerse.

La considerada como primera gran expedición a Alaska fue dirigida, en 1897, por Luigi Amadeo de Saboya; se hizo acompañar de 4 guías europeos - curtidos en los Alpes - 10 porteadores y media docena de escaladores... incluyendo al fotógrafo, bien conocido en la época, Vittorio Sella.

Al igual que ocurriría años después... intentaron alcanzar el Denali por el Norte, el glaciar Muldrow... sin lograr su objetivo, pero modificaron el rumbo y  ascendieron a otro "monstruo"... el Monte Saint Elías.


Durante el transcurso del año 1903... otras dos expediciones se cruzaron en el camino; una dirigida por James Wickerson y la otra por Federick A. Cook... ambas intentando encontrar un paso hacia el glaciar Muldrow... y ambas sin éxito.

En 1906 ocurrió un hecho que, durante décadas, mantuvo en vilo a la comunidad internacional... de nuevo F. A. Cook organizó una expedición cambiando el itinerario de acceso... por el glaciar Ruth.
Al regreso dijo haber alcanzado la cumbre y presentó unas fotografías... pocos le creyeron pero durante años la polémica se sirvió en bandeja de plata.

Lo cierto es que, esto se descubrió muchos años más tarde comparando fotografías de otras expediciones, sencillamente se hizo una foto en un pináculo de roca... muchas millas más abajo de la cima.

Por aquel entonces, un aventurero y buscador de oro descubrió un paso... la entrada al glaciar Muldrow, incluso se aventuro en solitario... buscando morrenas y arista rocosas... hasta el mismo glaciar.
Esto suponía un gran descubrimiento y desde entonces ése lugar lleva su nombre... "paso McGonagall (Charlie)".


En 1909 tuvo lugar un acontecimiento digno de película de aventuras.

Las noches invernales alaskeñas son eternas y las discusiones en las tabernas de Fairbanks eran constantes... sobre si Cook subió a la cumbre del Denali o no; en una de estas y con los ánimos elevados, seguramente por el alcohol que corría a partes iguales por mesas y venas... Bill McPhee, propietario del tugurio en cuestión, retó a un cliente en una apuesta atrevida... 5.000$ a quien alcanzara la cima del Denali antes del mes de julio de 1910.

Me hubiera gustado estar allí para ver el revuelo que se organizó... pero nací tarde.

Esa cantidad de dinero era importante para la época... y claro está... algunos recogieron el guante.
A principios de la primavera de 1910... tres hombres salieron de Fairbanks dispuestos a todo... Peter Anderson, Bill Taylor y el mismo Charlie McGonagall... un grupo de aventureros al más puro estilo alaskeño y a los que aún se denomina "Sourdough expedition"... podemos traducirlo como "la expedición de los cateadores o buscadores de vetas, los pioneros".

Tres meses más tarde, a pocos días de finalizar el plazo de la apuesta, regresan a Fairbanks... con la noticia de haber alcanzado la cumbre del Denali.

Su historia tiene luces y sombras... ésos rudos aventureros no llevaron cámara y no hay documentos... sin embargo, años más tarde se les reconoce haber alcanzado el pico Norte del Denali (5.940m.)... y separado del principal por el glaciar Harper... unos 4 o 5 km.

Un dato corrobora su historia... increíble pero cierta... transportan una rama de abeto ¡4 metros de longitud!... y McGonagall, que no llega a la cumbre, se encarga de afianzarla bien entre unas rocas que se encuentran en una arista antes de la planicie que lleva a la cima... apenas 200 metros.
Anderson y Taylor se encargan de pisar por primera vez la cumbre del Denali Norte.

Algunas décadas después, se fotografía desde la cima Sur principal y con teleobjetivo, el famoso "poste" de los "Sourdough".

La apuesta se queda en el aire... puesto que no alcanzaron la cumbre más alta... pero la historia se las trae.


En 1912... un grupo formado por Herschel Parker, Belmore Browne y Merl La Voy... se quedan a pocos metros de la cima Sur del Denali... atrapados por una tormenta furiosa.
Es la primera vez que se llega tan alto y con la cumbre a la vista... ya en terreno amable.

La conquista definitiva del Denali llega en 1913... un 7 de junio... Walter Harper, Hudson Stuck, Henry Karstens y Robert Tatum... coronan los 6.194m. del "más grande".
Ascienden por el glaciar Muldrow ¡con trineos tirados por perros!... hasta los 3.400m. ... increíble.

A partir de entonces se abre una nueva etapa en Alaska, sobretodo desde que el pequeño pueblo de Talkeetna, más cercano, se convierte en la puerta de entrada al interior de la cordillera... y los patines de la avioneta de Don Sheldon se deslizaran por los glaciares.

En 1951... Bradford Washburn, Hackett, Gale, Buchtel, Ambler, Griffiths, More y Bishop... realizan la que actualmente se considera la ruta normal del Denali... "West Buttress"... o espolón Oeste.

En 1961... se inauguró una de las rutas míticas... la "Cassin"... por Canali, Alippi, Perego, Airoldi, Zucchi y Cassin.


No podemos zanjar la historia de Alaska sin mencionar al resto de la "familia Denali".

El Monte Foraker o Sultana (5.304m.) - de nuevo nombre nativo - al que también denominan "Denali´s wife" o "mujer del Denali".

Fue ascendido por Charles Houston, T. Graham Brown y Cychele Waterston... el 6 de agosto de 1934... todavía en estilo "alaskeño" aunque algo más moderno... amerizando en un lago a 50km. del glaciar Herron.


El Monte Hunter o Begguya (4.257m.) - otra vez con los nombres - conocido como "Denali´s boy"... "chico del Denali".

Recibió visita por primera vez... el 4 de julio 1954... ya aterrizando en el glaciar Kahiltna... Fred Beckey, Henry Mehbohn y Heinrich Harrer ¡sí... sí... el austriaco de la cara norte del Eiger!, consiguen la que se considera primera ruta técnica en estilo alpino que se realizara en Alaska.


Y así fue como, de tanto leer y soñar mucho antes de iniciarme en la montaña, conseguí engañar... años después... a dos amigos para una expedición a Alaska... por supuesto en invierno.

La llamamos "Expedición Española Monte Hunter 82"... y nunca pudimos imaginar lo que nos ocurrió durante un mes de infernales tormentas.

Conocimos el frío que penetra y paraliza... -45º... y oímos hablar de -60º; nos enterramos en una cueva excavada en el glaciar de Kahiltna a 3 metros de la superficie... durante tantos días que ya no lo recuerdo; arrastramos al "hogar" a un americano con las piernas rotas y cuidamos de sus compañeros en estado lamentable; racionamos gasolina y comida... intentando ganar tiempo hasta que los Dioses abrieran los cielos y la avioneta con su fantástico ggggraaummmm... posara los patines en aquel inmenso inmaculado blanco.

También llegamos a la base del Hunter... y comprobamos las dimensiones de las avalanchas que enterraron nuestro depósito de material.

Os lo contaré en la segunda parte, pero mientras os dejo una foto del trío... al estilo Yosemite, pero cambiando protagonistas americanos por españolitos... y pared del Capitán por el Monte Hunter.







... folleto/proyecto de la expedición...









lunes, 18 de febrero de 2013

Graduación hielo/mixto

Anda la dehesa castellana un tanto revuelta... como si el invierno no existiera; flores esplendorosas, brotes en arbustos, praderas verdes... aunque algo ralas y arroyuelos escasos; merodea una pareja de petirrojos dándose el pico en exceso, el charolés semental de la finca cercana está inquieto... y yo motosierra en mano intentando que no se me pase el plazo de corta.

En una de éstas... me sobrevuelan las grullas... también alborotadas y ya buscando el norte; enderezo el cuerpo para mirarlas y me da un chasquido la espalda.
¡Bueno... bueno!... me digo... vamos a cambiar de "pluma" que ésta necesita de dos manos poderosas... y la otra solo dos dedos para teclear.

Así pues, me propongo arrojar un poco de luz que simplifique la comunicación de los datos técnicos referidos a una ascensión o escalada en hielo/roca.
Me he propuesto rellenar la pantalla y, tal que ocurre en montaña cuando se alcanza el punto de no retorno, no hay vuelta atrás y llega la hora de la verdad.


Así las cosas habrá que empezar dejando claro que, al igual que en otras facetas de la vida, no existe una tabla con el mismo lenguaje para todos los países, ni para regiones con la misma bandera... ni siquiera para comunidades cercanas.

Qué decir de las disciplinas que se especializan en un tipo concreto de escalada o lugares donde los escaladores locales alcanzan el no va más; empezamos por las ascensiones, escalada clásica, deportiva, bloque, artificial, hielo, mixto... hasta el drytooling... un anglicismo aceptado que viene a definir la progresión en roca con piolet y crampones, unas veces para alcanzar un carámbano lejano y otras como actividad en sí misma, sin olvidar que también cambia la forma en que te miran si utilizas o no dragoneras... ¡ah! y de ganchear sobre los seguros ¡ni hablamos!.

De todo esto podemos deducir, sin temor alguno, que las discusiones sobre el grado de tal o cual vía pueden llegar a que viejos amigos dejen de hablarse un tiempo... hasta que vuelve la razón y unas cervezas enfrían las cabezas.

La graduación es imprescindible para ofrecer una idea general sobre la dificultad y compromiso de cualquier ruta en montaña... y así debería tomarse... una referencia con letras y números que nos permite intuir lo que se nos viene encima.
Ni más... ni menos... y las reclamaciones al maestro armero.


En nuestra antigua Europa se ha venido utilizando la escala de la UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo), organización creada en Chamonix en 1932.
Aunque todavía se utiliza la graduación propuesta en sus orígenes, con variantes, lo cierto es que las décadas posteriores añadían actividades de más alto nivel... y requerían de una información más precisa que, por otra parte, ofreciera más datos sobre la dificultad y el compromiso de la ruta.

Esta escala global antigua, vigente hasta hace pocas décadas y que recordarán todos aquellos con cierta edad, simplificaba las cosas con unas letras... F, PD, AD, D, MD y ED (Fácil, Poco Difícil, Algo Difícil, Difícil, Muy Difícil y Extremadamente Difícil).
Con esto... y una escala cerrada del I al VI grado - números romanos que medían el grado técnico - se zanjaba el asunto de un plumazo.
En ambos casos con subdivisiones en +/-.

Total... que durante muchos años... los alpinistas se dirigían al Dru o Droites... con un dibujo en una servilleta, realizado por algún conocido, donde ponía MDsup o ED... con una garabato al lado que aclaraba... "hay un sexto".
¡No me digáis que no se os encoje el corazón... eh!.


Puesto que aquello necesitaba revisión cada país empezó con la propia y ocurrió lo que todavía ocurre, aunque parece que algunas banderas van estrechando lazos.
Los países del norte de Europa, bendecidos por hielos constantes, pronto elaboraron su propia escala en cuanto a terreno alpino se refiere; los ingleses, que siempre fueron muy suyos, hicieron lo propio en la escalada en roca; los alemanes, erre que erre, mejoraron la escala UIAA; los franceses, no podían ser menos e imponían su baremo; los italianos se adaptaban a lo más conveniente; los suizos... siempre neutrales.
Y los españoles... a verlas venir.
También conviven rarezas como la graduación finlandesa o checa.

Allende los mares también tenían lo suyo... el continente americano se dividía entre canadienses, con una sofisticada escala en cuanto a terreno hielo/mixto... que hoy en día sería la más utilizada, y los oriundos de Yosemite que dominan el granito.
También tienen su rareza en Brasil... de Australia mejor ni hablar.

Así las cosas vamos a tratar de unificar algunos de los conceptos más utilizados y establecer unos mínimos de comunicación fluida que a todos nos ayuden a entender y entendernos.

Nos centraremos exclusivamente en el terreno de alta montaña, donde conviven hielos y rocas... en proporciones desiguales... o no; damos por entendido que actualmente en España se utiliza mayoritariamente la escala francesa para roca... con signos diferentes, en relación a la que utilizamos en nuestro país, en los grados hasta el V+.

España (roca)
Escalada libre     I, II, III, IV, V... subdivisiones en +/- (a partir de III) ... luego sigue 6A, 6B, etc. ... subdivisiones en +.
Escalada artificial     A0, A1, A2, A3, A4, etc. ... subdivisones en +. De utilizar para progresión exclusivamente seguros flotantes se cambia "A" por "C" (clean... traducir "limpio" en inglés). Existen signos adicionales para ésta especialidad de escalada, pero los indicados resultan suficientes para el terreno que nos ocupa.


*La escala que nos ocupa informa del compromiso de la ruta (aproximación, descenso, peligros objetivos, etc)... con números romanos del I al VII.
*El grado técnico en hielo se indica con números árabes del 1 al 8... subdivisiones en + ... (éste número ya ha sido sobrepasado... en mixto y drytooling... pero nos ceñiremos a él como referencia  para hielo).

Grado compromiso
I ... Escalada corta. Aseguramiento y reuniones fiables. Aproximación y descenso rápidos sin complicaciones.
II ...  Escalada algo más larga. Aseguramiento y reuniones fiables. Aproximación y descenso que implican destrepes.
III...  Escalada que comporta varios largos. Aseguramiento y reuniones que requieren cierta precaución. Aproximación y descenso algo alejados... gradientes de 50/55º... incluso algún rápel fiable.
IV...  Escalada larga. Aseguramiento y reuniones que implican un buen conocimiento. Aproximación y descenso alejados... solitarios y con posibles peligros objetivos... rápeles de fortuna y destrepes delicados.
V ...   Escalada muy larga. Aseguramiento y reuniones que requieren tiempo y experiencia. Aproximación y descenso muy alejados... solitarios y peligros objetivos ciertos... rápeles de fortuna y destrepes encordados. Retiradas complicadas.
VI...   Escalada difícil de completar en el día. Aseguramiento y reuniones que implican mucha experiencia y no siempre fiables. Aproximación y descenso que requieren tiempo... incluyendo vivac o similar. Rápeles y peligros objetivos muy serios. Se requiere conocimiento total del medio.
VII..   Grado anterior al que se suman parámetros que añaden compromiso adicional... varios días en el viaje total. Aproximación y descenso extremadamente complejos... peligros objetivos constantes. Experiencia personal contrastada.


Grado técnico hielo
1  ...   Ascensión en pendientes máximas de 45/50º.
2  ...   Añade un largo o tramos máximo 60º. Aseguramiento y reuniones fiables.
3  ... Un largo máximo 70/75º... o varios tramos de ése gradiente. Aseguramiento y reuniones fiables con buenos reposos... aunque ya es necesario buscar y elegir bien los emplazamientos para seguros.
4  ... Uno o dos largos... o tramos continuos máximo 75/80º. Aseguramiento y reuniones fiables pero laboriosas... reposos incómodos.
5  ...   Un largo continuado 90º. Aseguramiento y reuniones muy laboriosas... reposos nulos. Hielo delicado que exige concentración y movimientos en gancheos, etc.
6  ...  Uno o dos largos continuados 90º... incluso algún tramo más allá de la vertical para alcanzar columnas, paños o "cortinas" superiores. Aseguramiento y reuniones aleatorias... sin garantías en muchos tramos. Estructuras frágiles. Imprescindible experiencia de nivel.
7 ...   Uno o dos largos continuados... varios tramos desplomados que pueden implicar romper "cortinas" y superar "coliflores". Aseguramiento y reuniones extremadamente precarios... anclajes muy aleatorios... sin garantías. Estructuras muy frágiles, delgadas o colgantes. Alto nivel.
8  ...   ¡no tengo ni idea!.

*Importante. Para los dos primeros grados técnicos de hielo... que podríamos considerar ascensiones... suele utilizarse la antigua escala UIAA... PD, AD, D, etc. que da una idea global de una actividad que no llega a ser una escalada completa... aunque requiere conocimientos mínimos.
Esto también es válido para algunas "clásicas" que superan los dos primeros grados... pero sobre las que existe una enorme información y datos contrastados en el tiempo.

Por ejemplo... Almanzor portilla crampón IV/PD... en vez de IV/2... o espolón Frendo Aig. du Midi III+/D... en vez de III+/V... o Brenva Mont Blanc IV/D... en vez de IV/2+

En cualquier caso... no conviene perder de vista que DIFICIL... significa difícil... y MUY DIFICIL... significa muy difícil.
Una perogrullada... que conviene recordar ante algunos "desprecios" que se cometen con el significado de las cosas.

*En la graduación general que se cite... se marca el grado máximo encontrado y éste dato debería mantenerse así, una vez confirmado y asentado por posteriores repeticiones.
Puede ocurrir, y es norma habitual, que un siguiente repetidor encuentre mejores o peores condiciones... pero eso no da derecho a cambiar la graduación constantemente... queda al buen entender de un alpinista mencionar que tal escalada "se encontró en un grado más amable o duro del citado".
La graduación se cambia cuando es obvio a muchos repetidores que algo debe modificarse.


Otros signos que nos ofrecen más información, aunque no siempre se utilizan, se colocan delante del grado técnico... y son:

AI ...   Alpine Ice (hielo alpino o tipo cara norte).
WI...   Water Ice (hielo de fusión... chorreras y cascadas).

Todavía tenemos algunas letritas más... que se colocan detrás del grado técnico hielo... y añaden datos inquietantes pero muy necesarios:

X ...   Estructura delicada o hielo frágil.
R ...   Hielo de poco espesor (tornillos muy cortos o imposibilidad).

... y todavía nos falta un dato más... muy interesante... el relativo al terreno mixto:


Grado técnico mixto
M ...  Mixto. Una escala sin cerrar... a la que se añaden números árabes del 1 al 10 (o más)... y que informa de la dificultad en tramos de roca/hielo... o solo roca de gancheos, empotramientos, etc. ... pero solo cuando se utilizan piolet y/o crampones para progresar; de no utilizar herramienta alguna... hablaríamos en grados de escalada en roca.

Ya existe una corriente que aboga por cambiar la letra "M" por la "D" (drytooling)... cuando realmente se está escalando durante muchos metros en roca pura y utilizando piolet y crampones como progresión... pero lo dejaremos ahora de lado para que no cunda el pánico.

*Incluye subdivisiones + en cada número.
*Como referencia ¡aproximada!... equivalente a escalar en roca:

M3 ...  IVº+
M4 ...  V+
M5 ...  6A+
M6 ...  6B
M7 ...  6B+/6C

Todo esto con las reservas pertinentes... subdivisión arriba o abajo... pero baste para hacernos una idea y seguir siendo amigos.

Puestas así las cosas... puede parecer un rompecabezas... pero, veréis, no lo es tanto. En primer lugar no siempre es necesario indicar todo el listado de letras y números... si es una ruta habitualmente en hielo nos bastará con mencionar los datos de hielo, evidentemente el resto de información no se utilizará.

También es cierto que en muchas ocasiones no se especifica el grado de compromiso (números romanos)... ni el tipo de hielo (AI o WI)... incluso se olvida la letra X o R; bueno... seguramente habituarse a utilizar todas las posibilidades de la escala nos ayudará y ayudará a otros... pero allá cada cual.

Un ejemplo donde se referencian unos cuantos datos... Cuchillar de las Navajas (Gredos) El Rombo "Nervios de Acero"... IV/AI3+ M3+ R (grado compromiso IV, grado técnico hielo alpino  AI3+, grado técnico mixto M3+, hielo poco espesor R).


Parece que algo se relajó la espalda... pero los dedos están cansinos... así que vuelvo con la motosierra, que todavía queda invierno y la poderosa encina, que no resistió los vientos de hace unas semanas, aún requiere alguna jornada de trabajo.

Luego ya... si eso... echo un vistazo a vuestros comentarios... miedo me da.

viernes, 15 de febrero de 2013

Courtes

Si fuese necesario recomendar una norte alpina, como introducción a las grandes nortes... seguramente me decantaría por las Courtes.

... así estaba un verano del 79...

Una pared de tamaño medio... en nieve/hielo... y peligros objetivos aceptables.
Por supuesto... la ruta clásica sería la conocida como "los Suizos".

Las Courtes forman parte de ése espinazo del que ya hemos hablado en otras ocasiones... con vertientes Norte salvajes y más amables al Sur.


Su primera ascensión data del año 1897... un 17 de agosto... a cargo de O. Schuster y A. Swaine, por el glaciar de Talèfre... y por aquellos tiempos aún faltaban unos años para la construcción del refugio Couvercle (1904)... ahora nos vendrá al pelo ése reducto de paz y calor tras la escalada.

La ruta que ahora nos ocupa... los Suizos a las Courtes... pertenece a los magníficos años 30 del pasado siglo, de esto también hemos hablado en alguna ocasión... pero nunca será suficiente; basta con imaginarnos el escaso equipamiento  de éstas gentes valientes... que todo lo suplían con esfuerzo y determinación a raudales.



Fue inaugurada el 31 de julio de 1938 por C. Cornaz y R. Mathey.

*APROXIMACIÓN.
El punto de partida más recomendable será el refugio de Argentière, podéis ver más información en Droites , y al que se accede desde Grands Montets - bajando directos al glaciar de Argentière -... o Chamonix, para los más sufridores.

Resultará difícil apartar la vista de las paredes que, justo enfrente del refugio, se levantan intimidantes... pero seguro encontraremos paz interior para comenzar a navegar antes del amanecer.

*DESCENSO.
Hay dos posibilidades para bajarse de las Courtes... la que podríamos denominar "original" sería aquella de la primera ascensión, hacia la vertiente opuesta.
Si bien no ofrece complicaciones excesivas, no conviene bajar la guardia... al igual que en cualquier otro descenso de montañas de éste tipo.


Recorrer la arista de nieve que se pierde en un tramo algo más complicado de destrepar y que podremos rapelar hasta el collado de la Tour des Courtes; algo más abajo desde aquí... y más o menos complicado según estemos en temporada invernal o estival... atravesar un corredor un tanto peligroso, si las condiciones no son adecuadas, hasta alcanzar zonas más evidentes que nos depositen en el glaciar.

Luego alcanzar el refugio Couvercle... y la Mer de Glace hasta Montenvers... o Chamonix.

... collado Tour des Courtes...


Al hilo de esto... os cuento lo que nos ocurrió un verano del 79...

"... el sol nos abrasa al punto del cansancio... como siempre no tenemos agua y se presenta ante la vista una travesía por encima de un corredor de nieve que se nos antoja peligrosa... habrá que atravesar en horizontal y nadie se atreve a dar el primer paso... el corredor se pierde, más abajo, entre rocas que sobresalen como cuchillas... ufff... veremos.
Me entra un agobio y decido pasar... tiene la distancia justa para no permitir que con 50 metros de cuerda se alcance la otra orilla... por lo que descartamos hacer reunión en medio de tal panorama... será sin cuerda y lo que tenga que ser.
Y lo que tiene que ser... lo es; atravieso marcando huella hasta algo más del tobillo... y me siento a esperar en unas rocas fiables.
El siguiente valiente... apenas alcanza la mitad del recorrido... rompe el equilibrio de la placa de nieve y allá va... montado encima como un surfista en la tabla.
Lo cierto es que consigue navegar todo el recorrido sin ser enterrado... y le perdemos de vista al llegar a los estrechamientos rocosos finales... ¡joder!... salgo disparado, bordeando el corredor, hasta llegar al final... y le veo destrepando los últimos metros hasta el glaciar.
De nuevo... los Dioses nos ofrecen más oportunidades..."

La otra opción de bajada se corresponde con el corredor NE... ascendido el 12 de abril de 1930 por Guy Labour y P. Chevalier... y que nos deposita en la vertiente de Argentière, la misma desde la que comenzamos la ascensión de los Suizos.


Es recomendable asegurarse que las condiciones de la nieve son aceptables... puesto que una pendiente tan uniforme como ésta... en torno a 45/50º de inclinación media... un tobogán de 900 metros, no es cosa de tomarse a la ligera.

Debido a su orientación recibe sol tempranero y esto también ha de tomarse en consideración.
Por supuesto que si está en hielo... no sería recomendable en absoluto.

En ambos descensos se nos van unas tres horas en pisar llano.

*ITINERARIO.
La linea cae de la cumbre como una plomada... y, salvo algún despiste en los tramos más verticales, el itinerario es evidente.

Éstos muros más empinados son la parte "alegre" de la escalada... entrecortados por pendientes de nieve... la última quizá monótona y aburrida, por lo que muchas cordadas deciden escaparse hacia las cercanías del collado de Tour des Courtes; esto podría ser recomendable si se llega a hora tardía y el sol caza de pleno ésa zona, con el peligro que conlleva.

Ahí va una tanda de fotos...

... tras la rimaya... los primeros encuentros...

... buscando seguridad...

... pendientes amables...

... llega el sol...

*LOGÍSTICA.
De no surgir imprevistos, la ruta de "los Suizos" a las Courtes se realiza fácilmente en el día... alcanzando el refugio Couvercle o incluso Chamonix... si hemos optado por el invierno y llevamos esquis.

Así pues conviene una mochila ligera con lo justo... madrugar de largo y estar en buena forma física, esto nos permitirá "ensamblar" en los tramos amables y avanzar con rapidez.

Por su condición de "gran clásica"... es frecuente la compañía... y aquí solo sugerir estar en los primeros puestos de salida para evitar todo lo que nos caiga encima, proveniente de los que también sueñan como nosotros.

Si la pared está muy descarnada... en hielo negro o similar... quedará al gusto personal entrar en ella, pero desde luego no será un paseo... y exigirá un esfuerzo considerable. En cualquier caso es una norte muy cambiante en condiciones... por lo que deberemos decidir nuestra elección en función de lo que dicte la razón.

*MATERIAL.
*5/6 tornillos de hielo.
*4/5 clavos de roca variados.
*1 jgo. fisureros... o jgo. de friends pequeños/medios.
*7/8 anillos+mosquetones.
*Recomendable un "Deadman".

*PELIGROS OBJETIVOS Y CONSIDERACIONES SOBRE LA RUTA.
*La orientación de la pared es ligeramente Este... por lo que el sol alcanza la zona superior a horas tempranas.
*Desnivel rimaya/cumbre en torno a 800m. ... graduación general TD IV/AI3+. Si encontramos mixto... estaremos en M3+.
Horarios normales entre 6/10 horas.
*La inclinación media de la pared se encuentra en los 50/55º... con dos o tres sectores, según condiciones y solo para alguno de ellos... máximo 70/75º.
*Escalada con peligros objetivos aceptables. Si los días anteriores nevó en cantidad... conviene esperar algún día para evitar "coladas" constantes de nieve polvo.
*En temporada estival encontraremos mucho más mixto que en invierno... quizá ésta sea la mejor estación para acometer la escalada... dado el cambio climático de los últimos años.

Las vistas desde la cumbre... bueno... las vistas las tendréis que ver, que por mucho que os relate... siempre me quedaré corto.

... orgía de colores al atardecer... en las Grandes Jorasses...

Un buen reportaje de la ruta a cargo de Diego Cienfuegos... Alto, rápido y ligero... y fotos aéreas de Michel Caplain.


miércoles, 6 de febrero de 2013

Chacraraju V

La sola idea de abandonar ésta isla y sumergirnos en las nubes que nos rodean... como aguas profundas y desconocidas... nos encoge el corazón y aturde la mente; pero algo habrá que hacer... y así... descendemos la arista alejándonos del borde de ruptura de las enormes cornisas que se sostienen hacia el Sur... como diseñadas por un arquitecto que no empleara técnicas conocidas en Universidad alguna.


Sabemos que, por ahora, navegamos por la vertiente norte... pero tendremos que encontrar, en algún momento, el corte que divida ésta cresta de nieve polvorón... un paso hacia el Sur y luego alcanzar un collado que nos permita empezar a rapelar.

Abandonamos la arista de merengues y entramos hacia la vertiente Sur... no sin antes destrepar algunos tramos en nieve blanda y traspasar un par de grietas ciegas... bueno... Miguel no pierde tiempo y se decide a saltar de frente, en base a las indicaciones que le damos desde abajo... ¡joder!... lo que hace la confianza ciega en los amigos.

... ¡allá voooy!...

Nos recibe un colchón de nieve profunda que recuerda al que defiende la cumbre... y lo recorremos con esfuerzo hasta que todo desaparece ante un vacío imposible de adivinar... estamos algo confusos y no sabemos como salir de allí... entonces vuelvo a ver al cuarto pasajero, de nuevo desdibujado en la bruma, me hace un gesto conocido y hacia allí me dirijo asegurado por Nacho... al que pierdo de vista al instante.

... cambiando de vertiente...

Por fin encuentro algo sólido... unas columnas de hielo que se entierran, metros más abajo, en una pendiente de nieve... así que coloco una estaca bailandera en un agujero y pido cuerda para rapelar.
Parece que ya estamos en la vertiente y canalón adecuado.

Se nos echa la noche encima ya metidos en un muro vertical, rocoso y repleto de chorretones helados. Lanzamos las cuerdas a un vacío que no adivinamos y, a veces, me recorren escalofríos cuando la cuerda a mis pies se pierde en la negrura... alejada de la pared.

Hemos utilizado alguna estaca de nieve, un par de tornillos "sacacorchos" y ahora clavos de roca... una pieza por cada vez... estamos ahorrando para lo que se nos viene encima.

... primeros metros desde la arista...

En uno de los rápeles vuelvo a tener un "encuentro"; de repente me veo colgando ante una bóveda azul celeste... a distancia de la pared... como si me descolgase del interior de una catedral... ¡joder!... vomito y cierro los ojos mientras doy vueltas como una peonza.

Me entra una zozobra infinita y puedo ver claramente que tengo el final de la cuerda a solo un par de metros... casi no puedo pensar y entonces ocurre... el cuarto navegante me llama desde un lado... me balanceo un par de veces y alcanzo una columna de hielo con un rellano a sus pies... a la izquierda de la bóveda... luego solo recuerdo la llegada de los compañeros... asustados ante el espectáculo que vieron.

Por fin alcanzamos la enorme plancha de hielo acerado que debe llevarnos a la rimaya.
Una docena de rápeles, entre chirriar de crampones... tallando pequeños huecos para los pies... y los tres... incluyendo el que baja primero... colgando de un solo tornillo "sacacorchos"... una locura colectiva que se apoderó de nosotros y que, a pesar de todo, nos permitió seguir en éste mundo.


La noche se despeja y distinguimos, con alegría, luces que nos hacen señales... los amigos del campo I están al tanto... ufff... eso es mucho aunque pueda parecer poco.

La rimaya está cegada por nieve polvo... así que nos metemos tan adentro como podemos y, por fin, soltamos los cordones de las botas en tres días.
Llevamos más de 24 horas de actividad continua... intensa y sin pausa... caemos rendidos en los sacos, sin apetito, mientras nos sobrevuelan aludes de nieve polvo que nos van enterrando... sobre todo a Nacho... del que solo distingo la cabeza bajo un manto blanco.

Amanecemos tarde y, mientras hierve el agua para un caldo, recogemos el vivac y continuamos el camino... en un magnífico día soleado... destrepes y un rápel más... nos colocan en el glaciar.
Apenas soltamos las mochilas un rato para descansar y ya están con nosotros Javier y Antonio... que nos aprietan con fuerza... al punto del desmayo... ¡qué gusto!.

Cruzar el glaciar, que anteriormente recorríamos en poco más de 30 minutos... nos lleva tres horas, mientras los amigos nos dan de beber constantemente... bajo un sol de justicia que debilita el cuerpo.

Pero al fin llegamos al campo I... y de allí, tras recibir más cuidados... comida y bebida que nos preparan con dedicación  Antonio y Javier, decidimos tirar al base... el hogar.

... último obstáculo para llegar al campo I...

Miguel tiene congelaciones algo serias en los dedos de una mano... y yo estoy agotado. Para nosotros dos la expedición ya se acabó... solo nos quedará ayudar al resto a cumplir sus objetivos... que nunca estuvieron fijados... pero se desarrollaron de manera natural y espontánea.

Siendo el mismo... ya no veríamos el Chacraraju con la misma mirada que cuando soñamos pisar su cumbre, meses atrás, cuando todo era incertidumbre y pasión... ahora... una extraña sensación nos invade el pensamiento a través de la mirada... como en un duermevela del que se despierta sin estar seguro de lo soñado... ¿o tal vez fue real?.

Aún hoy día... cuento ésta historia y me parece soñar.

... sueño cumplido...

Ahora llegaba el turno de comenzar la segunda fase de la expedición... todavía a los pies del Chacraraju... y como objetivo su cumbre gemela Este, también llamada Huaripampa y algo menor en altura.

Unos días de descanso en el campo Base... devorando la última pieza del carnero... masajeando dedos entumecidos y durmiendo en posición natural... nos preparan para el trabajo que realizarán Javier y Antonio, una nueva línea en la cara Sur del Huaripampa... algo serio y comprometido.

Miguel y yo haremos la primera guardia en el campo I... y de allí los despedimos una noche de luna llena. Ahora entendemos perfectamente lo que sienten cuando atraviesan el glaciar... más allá de nuestra huella... hasta situarse un tanto a la izquierda de la vertical de la cumbre.

Vivieron su particular infierno cuando el tiempo cambió... a escasos 300 metros de la arista... y, claro está, no puedo describir sus sentimientos... solo que apuraron lo posible por aguantar hasta el día siguiente, pero no pudo ser... y abandonaron el proyecto en un descenso complicado y siempre peligroso... mientras les azotaba una ventisca de granizo.

Ahí van las fotos...

... Chacraraju Este o Huaripampa...

... iniciando la escalada...

... Javier ante los merengues que le vigilan...

... preparando el vivac...

... Antonio preparando la cena...

... ¡vámonos de aquí... ya!...

Paco y Nacho... el segundo turno de guardia... los reciben en el campo I ya entrada la noche... Antonio prefiere seguir hacia el base pero Javier se quedará... y entre los tres desmontan, al día siguiente, el lugar donde hemos vivido momentos de esperanza, fracaso y éxito.

... desmontando campo I...

... poco más... y Paco puede con todo... él solito....

Nuestro tiempo se acaba bajo el Chacraraju... zanganeamos un par de días y preparamos la retirada a las lagunas de Llanganuco... desde donde se lanzarán el resto de actividades... todas con éxito y realizadas de forma impecable.

Desmontamos el campo base justo al tiempo de recibir a dos americanos que llevan varios días aguantando la tormenta... en una rimaya del Huaripampa... y que logran ascender y descender por el mismo itinerario. Les alimentamos... ya sabéis que nunca nos gustó ver gente pasando penurias... y descubrimos que no conocen la leche condensada en tubo... ¡por fin somos primeros en algo!.

... última foto despidiendo el Chacraraju...

... empaquetando...

Mientras bajamos a las lagunas de Llanganuco charlo con uno de los americanos... dicen llamarse Steve Brewer y Mark Richey... nos contamos escaladas por el mundo y meses más tarde, ya en Madrid, descubro que Steve ha repetido, al año siguiente de nuestro encuentro, junto con Jim Bridwell... la ruta "Maestri" del Cerro Torre... en estilo alpino, incluyendo el hongo... lo que se convierte en la primera repetición absoluta hasta la cumbre... ¡joder!... ya notaba yo que Steve emanaba energía de largo.

... ahora toca cuesta abajo...

Acampamos rodeados de agua, verde y vida... reparando heridas y a la espera de que los amigos cumplan sus sueños... que los cumplirán... ya lo veréis...