Según nuestro DLE, esto es controversia:
Del lat. controversia.
1.f. Discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas.
Sinónimos: polémica, debate, discusión, disputa.
Viene a cuento del lío que se traen los hermanos Pou y Herve Thivierge, con una supuesta primera escalada a la cara sur del Nevado Pisco Oeste (5.765 metros de altitud... o así).
El grupo francés, compuesto por Jean Paul Balmat, Daniel Monaci, Jean Fabre y Herve Thivierge, realizaron una escalada de la cara sur (700 m. ED) un 9 de octubre de 1978.
Eneko e Iker Pou y Micher Quito, completaron su recorrido en este año 2024.
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Izquierda: croquis de Thivierge. Derecha: croquis de Pou |
Así las cosas, todos hablan de "primera" y aparecen dudas sobre si la "primera" de otros no será "variante" de la "primera" que otros defienden ¡menudo lío, eh!
Por aquí dejo el enlace a la controversia -está en inglés, pero es fácil deducir como va el asunto-.
El caso es que puede resultar sorprendente que una cara sur, como la del Pisco... unos 700 metros de desnivel (rimaya/cumbre) con unos canalones directos a cima, no hubiese sido ascendida y no publicitada, ya desde los años 70. Escaladores como Alex Lowe o Charlie Fowler -así lo indica el alpinista Brad Johnson, guía y escritor americano, con enorme experiencia en la zona-, posiblemente realizaran alguno de los evidentes canalones que caen desde la cumbre; por supuesto que ya fueron escaladas unas cuantas lineas a la izquierda del muro principal.
No recordaba con seguridad si algún español anduvo por allí, pero Paco Aguado me confirma que él realizó la escalada en solitario, en el 81.
Y, otros españolitos del Club Alpino Maliciosa, también se fijaron en el Pisco ¡no pudo ser... pero ahí peleamos!
Nuestra historia la podéis leer en el capítulo III de la expedicion Chacraraju 78 y para los que no desean leer todo el relato, hago unos recortes por aquí:
"Alcanzamos el collado que separa los glaciares del Chacraraju y Pisco... sin pisar nieve y ya en los 5.200m. ... con un dolor de cabeza importante. Tenemos enfrente la cara Sur del Pisco... un Chacraraju en miniatura y al que quizá podríamos llegar desde aquí atravesando, de bajada, el glaciar que lo defiende.
Lo intentamos por allí y por allá... pero esos pocos cientos de metros que nos separan de la base, resultan plagados de grietas ocultas y camino difícil de intuir. Bueno... es bastante por hoy, hemos alcanzado una altura que no conocíamos... hemos visto al gigante y descubierto mejor paso para el futuro.
Llegamos al campo base con ésa alegría que se convertirá en norma... descanso, placidez y comida... un oasis seguro en medio de montañas salvajes y naturaleza en estado puro.Esta noche he dormido despierto... vamos a ver... he descansado bien, tranquilo y en una nube de imágenes plácidas, un sueño en campos de amapolas rojas con fondo de montañas blancas, no sé... algo raro pero sereno. Deben ser la altitud y lo que la retina conserva, o quizá algún recuerdo de Heidi, Pedro y el abuelo ¡yo que sé!.
Estamos dispuestos a no perder un solo día y necesitamos aclimatar para encontrarnos fuertes; así pues, a la mañana siguiente recorremos a la inversa el camino que aquí nos trajo, hasta las inmediaciones de las lagunas de Llanganuco y luego girando hacia las morrenas del Pisco, cargados para varios días y con el plan de ascender a la más amable de las cumbres... todo para conseguir la primera cima andina de nuestro periplo.
Por supuesto abriendo veredas sin conocer camino; esto es un sinvivir
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Paco Pavón anda pensativo ¡me meto o no me meto! |
El grupo se divide según los cuerpos se encuentran: unos hacia la ruta normal del Pisco y otros, erre que erre, hacia la cara Sur, el mini Chacra, virgen hasta donde sabemos pero clarisimamente posible...¡ya te digo!.
En el campo base del Pisco, en un claro entre morrenas sucias y abarrotado de nacionalidades, dormimos y nos despedimos de madrugada... allá cada uno con lo que le venga.
Javier y Paco se deciden por la ruta normal, más sensatos que el resto, que apostamos por la cara Sur. Unos dormirán en la planicie glaciar que separa Huandoys y Pisco... y otros lo haremos en una grieta amplia y amable, cercanos a la base de la pared.
Triunfan los sensatos... que alcanzan la primera cumbre para alegría del resto. Los que lanzamos los dados contra el borde del tapete verde de la mesa de juego... no pudimos completar la escalada; a media pared de un total aproximado de 600 metros, la nieve merengue y nieblas acuosas, nos hicieron desistir de una primera mundial -o eso creíamos-... ¡no te jode, solo faltaba triunfar de entrada!
Rápeles de setas de nieve y destrepes finales nos dejan en la base. Un tanto abatidos por lo vivido... decidimos recorrer el glaciar, ésta vez en ascenso, en dirección al collado que días atrás visitamos y, ésta vez, resulta más fácil; sobre las diez de la mañana llegamos a terreno conocido y finalmente al campo base sobre el mediodía, donde nuestro "cuidador" Vargas nos atiborra de viandas, como siempre escasas.
Paco y Javier... los triunfadores... aparecen a la noche y aprovechamos a repetir una cena en grupo completo, contándonos las aventuras vividas. Han sido tres días navegando por terreno desconocido... y la expedición ya tiene su primera cumbre".
Las condiciones de la pared han cambiado mucho en tantos años, aunque parece que la enorme cornisa que defiende la cumbre, sigue como espada de Damocles.
Nuestro intento se desarrolló por el canalón derecho central más evidente y, a media pared nos pasamos al de la izquierda.
Luchamos por allí pero aquello no tenía consistencia y más que escalar ¡cavamos zanja! Recuerdo vívidamente aquel vivaque, donde buscamos el cobijo de las rocas calientes por un día de sol ardiente. Luego llegó la noche, la niebla, el amanecer cubierto y ¡la zanja!
Bueno, ya veremos en qué queda la controversia sobre quién fue primero... o segundo... o así.