Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Miguel Pajares... el conseguidor

Me despierta la madrugada por la ausencia de ruidos... siempre hay ruidos en el campo de Castilla; merodean jabalíes, zorros, ginetas, tejones, búhos, vacas... y algún ganadero atendiendo partos prematuros.

También, estos días pasados, hemos asistido a la "Superluna"... acompañada por la lluvia de estrellas de las Perseidas - conocidas en los pueblos como "Lágrimas de San Lorenzo" -.

Muchas cosas en pocos tiempos.

Ésta silenciosa madrugada... ladraron los perros casi al punto de amanecer - siempre lo hacen pero ésta vez de forma diferente -.
En la dehesa castellana, una luna que fue Superluna plateaba las copas de las encinas -  la luz llegaba al suelo entre los huecos que dejan hojas y ramas... dibujando, contra la tierra reseca , un arabesco de blancos y negros -... algo me dice que llegarán cambios.

Nada tiene que ver éste suceso con montañas, aventuras o escaladas por las cordilleras de la Tierra... éste suceso solo habla de vidas que se ofrecen a otros.

Miguel Pajares es un sacerdote español de 75 años - se dice pronto - que un día de juventud decidió darse al mundo pobre... ése que no sabe de cumbres ni esperanzas -... bueno... quizá algo tengan en común cumbres y esperanzas... pero claro, una cosa es lo propio y otra ofrecerse a los demás.


Ha recorrido medio mundo intentando que el otro medio "encuentre" la verdad... y regresar - de nuevo - a su mundo con algunas monedas que ayuden al otro medio para sobrevivir a las guerras, enfermedades, sufrimientos... incluso a sí mismos, por tradiciones... culturas... ¡qué se yo!.

Miguel nació en La Iglesuela - un pueblo toledano cercano al que yo habito, Sartajada - ... el Valle del Tiétar a los pies de las sierras de Gredos y San Vicente.

He tenido la inmensa fortuna de conocerle... siempre sonriente... con ése "toque" de los que han viajado y conocen la miseria de la Tierra; también tuve la inmensa fortuna de recibir su ayuda cuando, por asuntos familiares, se hizo necesaria; eso... eso... queda en mi memoria.

Al igual que cuando, en una aventura, intentamos conocer que hay más allá de la cumbre que nos supera... solo podremos confiar en los compañeros de viaje y quizá - eso ya lo verá cada uno - en la poderosa fuerza que nos acompaña... así viajó Miguel por el mundo

De todo lo que en estos últimos días se ha escrito... hay una sola cosa que me ha impresionado: un párrafo de Rafael Latorre...

"Yo soy ateo. No agnóstico. Ateo. O sea, que estoy convencido de que los curas se pasan la vida creyendo en una mentira.
Creo, además, que toda mentira es dañina. Y de sobremesa en sobremesa exhibo con arrogancia mi materialismo.
Pero la coquetería me dura hasta el preciso instante en que me entero de que un misionero se ha dejado la vida en Liberia por limpiarle las pústulas a unos negros moribundos.
Entonce me faltan huevos para seguir impartiendo lecciones morales.
Principalmente por lo aplastante del argumento geográfico.
Él estaba allí con su mentira y yo aquí con mi racionalismo.

Allí donde estés, Miguel... serás bien recibido; aquí te echaremos de menos.

2 comentarios:

  1. Admirable tu reflexión, admirable el Padre misionero

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    1. Gracias, Jasp... el mérito solo le pertenece a Miguel; no es fácil dar - aunque a algunos se lo pueda parecer -... ya me lo decía mi padre: Carlos... una cosa es predicar y otra dar trigo.

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